México.- Muchas mujeres han perdido sus senos por el cáncer de mama y, aunque conservar la vida sea más importante que tener un “buen físico”, los problemas de autoestima que derivan de ello son preocupantes.
Por ello, especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), utilizan técnicas innovadores para reconstruir uno o los dos senos de las pacientes a partir de la grasa abdominla y piel.
#ElDato De cada 100 pacientes que se curan de #CáncerDeMama con la extirpación de seno, sólo 30% continúa con el tratamiento hasta la reconstrucción.
— IMSS (@Tu_IMSS) 20 de septiembre de 2018
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Los cirujanos plásticos, consideran que estas microcirugías de reconstrucción son una parte fundamental para el tratamiento y rehabilitación de las derechohabientes que sobreviven a la enfermedad.
Dicha operación consiste en tomar la piel y grasa del abdomen junto a una arteria y vena de la paciente, éstas últimas, se unen a las arterias y venas de la zona mamaria para que el cuerpo acepte completamente el injerto y la recuperación sea más fácil.
Esta reconstrucción mamaria, se realiza en mujeres a las que se les detectó el cáncer en etapa temprana y se les extirpó la mama para que la enfermedad no se propagara.
El IMSS, lanzó este comunicado para que más pacientes aprovechen estos beneficios que les da el seguro social, pues sólo el 30% de las mujeres que se curan de este tipo de cáncer, se someten a una operación de reconstrucción.
Cifras de terror
En octubre de 2017, la Organización Mundial de la Salud, estimó que hay cerca de 1.38 millones de casos nuevos de cáncer de mama en el mundo cada año y hay 458 mil decesos por esta enfermedad.
En cuanto a México, este tipo de mal es la primera causa de muerte en el caso de las mujeres mayores a 25 años de edad. Al día, mueren 15 mexicanas, la mayoría son de Aguascalientes, Campeche y Colima ya que son las entidades con más casos registrados.
Lo más preocupante, es que al 90% de las pacientes, les detectan la enfermedad cuando está en la tercera o cuarta etapa –en total son cinco fases-, cuya probabilidad de sobrevivir es de entre 7 y 36%, según el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva.
