El día que el Liverpool provocó el 'Milagro de Estambul'

Foto: UEFA.com

Ciudad de México. - La noche del 25 de mayo del 2005 quedó registrado en los libros de historia de la UEFA Champions League titulado como el “Milagro de Estambul”. Hace 17 años Liverpool haría lo inesperado para levantar la orejona ante el AC Milan.

Estambul, Turquía sería el territorio que jamás olvidarán ingleses e italianos, los primeros por alcanzar el clímax de la algarabía de un trofeo más y el segundo por la tristeza y frustración de estar tan cerca de levantar la presea continental.

Aquella noche Liverpool comandado por Rafa Benítez y que había dado cuentas del PSV Eindhoven en semifinales se presentaba en la final ante el AC Milan que partía como el máximo favorito a llevarse la “orejona” en un ambiente sensacional en el Estadio Olímpico.

Las hostilidades pronto se abrieron para los italianos, apenas se empezaban acomodar en las bancas cuando Paolo Maldini ya hacia temblar las redes antes del minuto de juego, todo parecía que lo presupuestado se iba a realizar, el Milan ya lo ganaba 1-0.

Pero aún faltaba más, Hernán Crespo haría el segundo para los italianos al filo de los 40 minutos y por si faltara algo más, el propio Crespo hacia su doblete y ponía el tercero en la frente del Liverpool antes de terminar el primer tiempo.

Liverpool prácticamente estaba vacunado ante un Milan que se estaba dando un paseo en Turquía. 

Para la segunda parte las fuertes palabras de Rafa Benítez en el vestuario “Red” calaron hondo en los ingleses, y antes de los 10 minutos de juego el capitán Steven Gerrad empezaba a construir la remontada, algo que parecía imposible, y dos minutos después llegaría la ilusión, Smicer ponía el 3-2 en el marcador y la afición inglesa que se daba cita en el Olímpico se volvía loca, la locura de partido se estaba gestando.

Pero faltaba uno mas para empatar el partido, y Xabi Alonso al minuto 60 volcaba a la afición “Red” con la esperanza y a la afición “Rossoneri” la congelaba al no creer lo que estaba sucediendo, el 3-3 era una realidad.

El Milan simplemente no lo podía creer, los tiempos extras estaban a la vista y los italianos con el animo por los suelos llegaban a los penales en donde prácticamente todo fallaron y el Liverpool simplemente sellaba una proeza en Estambul desde los once pasos para firmar una noche histórica levantando el anhelo continental en lo más alto de la UEFA Champions League.