EFE
Barcelona.- Romeo Santos demostró que él es el legítimo “Rey de la Bachata” en su cierre de gira en Barcelona y tras vender más de un millón de entradas por todo el mundo en cerca de noventa fechas distintas.
Las 17 mil almas que agotaron en minutos las entradas para su despedida en Fira Barcelona de L'Hospitalet corearon hasta cuarenta temas durante tres generosas horas de concierto del de El Bronx, coronado también ya como profeta moderno del desamor.
Como viene siendo habitual en su set list de los últimos meses, Romeo empezó con "El Pañuelo" que el neoyorquino canta con Rosalía. No fue el único tema de sus colaboraciones de lujo que sonó en Fira. Los fans también enloquecieron con "Ella quiere beber" con Anuel AA, "X si volvemos" con Karol G, “El farsante” con Ozuna o “Volví” con Bad Bunny.
También fue la oportunidad del público local de disfrutar en directo por primera vez temas del último álbum como “Perro”, “Siri” o “Suegra”, canción que como en “La boda” sirvió de excusa al cantante para sacar su lado más “teatrero”.
Y es que, al intérprete, que siempre actúa con micro dorado en mano, le encantan las puestas en escena y además de cantar algunos temas desde un trono plateado, también se atrevió a interpretar desde una bañera y sin camiseta, mostrando su lado más atrevido.
En el cierre, que ha llevado al clímax a las fans, los clásicos, empezando por "Obsesión", el éxito de la primigenia formación “Aventura”, que desató la locura desde esa primera frase que reza: "Son las cinco de la mañana y no he dormido nada".
Para dar paso después a “Huellas” y “Propuesta indecente”. El “Rey de la Bachata” eligió Barcelona para cerrar este fin de semana su extensa gira de presentación de Fórmula Vol.3 con la que congregó a más de un millón de personas en 88 recitales por todo el mundo y que empezó en febrero pasado. Este último trabajo combina la bachata tradicional con fusiones que exploran el dance, el tropical house, el hip hop y el pop.
Romeo Santos no solo puede presumir de haber hecho sold out en el Madison Square Garden de Nueva York, sino también de arrasar en otros lugares donde es más propio el country que la bachata como son Nashville, Tennesse, o Charlotte, Carolina del Norte.
El ganador de varios premios Grammy a lo largo de una carrera -que ya sobrepasa los veinte años- empezó esta gira el pasado febrero con cuatro funciones en Lima, antes de pasar por Colombia o Chile, donde cerró hasta 10 fechas seguidas de todo vendido en el Movistar Arena de Santiago.
Pasó el cantante en julio pasado por España y recaló entonces en el Wizink Center madrileño además de actuar en Marbella, Murcia, Valencia, Zaragoza, Las Palmas y Sanxenxo.
Los dos conciertos de Barcelona serán un punto y aparte pues el artista, de 42 años, explicó que quiere tomarse un tiempo para volver a grabar nuevos temas, así como dedicarse a la otra faceta que más le llena, la de ser productor de nuevos artistas.
