Bitcoin: el criptoactivo que llegó para quedarse
Por Moris Beracha
Con el paso de los años el Bitcoin (BTC) ha demostrado que es un criptoactivo que llegó para quedarse. Su diseño es especialmente llamativo porque cuenta con virtudes que ningún otro activo posee por sí sólo. Desde su llegada, el concepto de valoración ha adquirido otra dimensión y comienzan a cambiar las percepciones sobre procesos que antes no ameritaban discusión, como la impresión de dinero.
Cuando se comienza a estudiar la naturaleza del Bitcoin lo primero que se encuentra es que ciertamente cuenta con las características propias del dinero, es decir, durabilidad, portabilidad, fungibilidad, escasez, divisibilidad y reconocimiento. Todas ellas se basan en las propiedades de las matemáticas y no en las propiedades físicas como el oro y la plata. Pero no se detiene allí y abarca un elemento clave y es el no depender de los bancos centrales por la desconfianza que hay en ellos.
Los defensores del Bitcoin suelen tener algunas frases que expresan las virtudes de este criptoactivo. Dos de ellas son: “Bitcoin arregla el dinero, sin las desventajas de otros activos con valor global y oferta limitada” y “Bitcoin es probablemente la única manera posible de lograr la libertad económica global y la paz”.
¿Por qué aseguran esto de manera tan tajante? Veamos algunas de las respuestas. En primer lugar, existe un suministro máximo de bitcoins de 21.000.000. Esto es parte de la propuesta de valor central de Bitcoin, pues lo convierte en un activo deflacionario del que nadie puede crear más. De esta manera, las autoridades no pueden actuar con negligencia como se hace con la impresión de dinero inorgánico que crea inflación.
Asimismo, el sistema BTC cuenta con una red descentralizada que
está controlada por millones de nodos en todo el planeta. No hay un solo punto o puntos de fallo, ya que eliminar cualquier nodo de la red no afecta al resto. Tampoco hay autoridad que valide las transacciones, restrinja a los usuarios o interrumpa la liquidez. El estado del libro mayor es la forma en que toda la red está de acuerdo, por lo que nadie puede manipularlo o agregar
transacciones como le plazca.
Con su creciente tasa de hash, que es el algoritmo que transforma un conjunto de datos en un código alfanumérico de una longitud fija. De allí que Bitcoin es la primera oportunidad en la historia de la humanidad que permite a las personas poseer algo de una manera segura, sin necesidad de confiar en nadie.