Condenan a 25 años de cárcel a pederasta de Azcapotzalco

Ciudad de México. - Un tribunal de enjuiciamiento ha emitido una sentencia ejemplar contra un pederasta en la Alcaldía Azcapotzalco de la Ciudad de México. La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ CDMX) informó que el agresor recibirá una condena de 25 años y seis meses de prisión por los crueles delitos cometidos en el año 2021.

Según el comunicado emitido por la FGJ CDMX, el pederasta enfrentará no solo el largo periodo de cárcel, sino también deberá realizar pagos como parte de la reparación del daño causado. Además, se le han suspendido sus derechos políticos y no podrá obtener beneficios o sustitutivos por la magnitud de la pena impuesta.

La cuantificación de cualquier tratamiento psicológico adicional para la víctima aún está pendiente para la ejecución de la sentencia.

La investigación reveló que Luis Alejandro "N" mantuvo relaciones sexuales con una persona menor de edad durante más de dos años. En septiembre de 2021, el condenado convenció a la víctima de establecer una relación de noviazgo y luego la sometió a relaciones sexuales en su domicilio ubicado en la colonia Pasteros, Alcaldía Azcapotzalco, lo que continuó hasta abril de 2022.

Cabe destacar que el agresor era empleado del padre de la víctima, lo que le permitió ejercer manipulación y control sobre ella. Le advirtió a la joven que no hablara con su familia sobre la relación, ya que corría el riesgo de ser despedido si se descubría su abominable conducta.

Los delitos fueron denunciados oportunamente, lo que condujo a la apertura de una carpeta de investigación y a la emisión de una orden de aprehensión. El agresor fue finalmente capturado en agosto de 2022, cuando fue localizado en las inmediaciones de su domicilio.

Este caso ha sido un duro golpe para la comunidad de Azcapotzalco, pero también es un claro ejemplo del compromiso de la justicia en proteger a los más vulnerables y castigar severamente a quienes cometan delitos tan repudiables. Con esta sentencia, se envía un mensaje claro de que la sociedad no tolerará la explotación y abuso de menores y se espera que sirva como una advertencia para otros posibles perpetradores.