La menor María Ángela deja Fiscalía y se va a casa con su familia

Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México.- María Ángela Olguín Bustamante abandonó junto con su familia la sede de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, en donde se encontraba desde ayer, luego de ser localizada en un predio ubicado en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México.

La joven de 16 años que había desapareció el pasado 19 de enero en el paradero de Indios Verdes, estuvo resguardada en la Fiscalía como parte del protocolo que de atención integral a las personas halladas tras ser buscadas por desaparición, donde se le realizó una valoración médica sobre su estado de salud físico y su situación emocional.

La FGJ capitalina continuará dando el apoyo integral a la menor de edad y sobre este caso hasta el momento no ha dado a conocer una versión oficial. 

Mientras que la familia de María Ángela determinó que no daría declaraciones a la prensa para resguardar su privacidad.

“Un hombre se la llevó”: Madre

Aunque oficialmente no se ha dado información del caso, en una entrevista con Rocío Bustamante, madre de María Ángela, difundida en video por El Heraldo, la mujer asegura que en las cámaras del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) de la Ciudad de México, logró apreciar que a su hija se la lleva “un tipo”.

“Se alcanza a ver que un tipo se acerca a mi hija ahí parada (paradero de Indios Verdes), la agarra del brazo, se la lleva hacia allá… en estos puestos hay cámaras, en los baños hay cámaras”, sostuvo.
Agregó que al sujeto no lo reconoce, porque su cara no se aprecia con claridad en la grabación.

Angustia y desesperación

El pasado 19 de enero, Rocío Bustamante y su hija María Ángela regresaban de realizar un trámite en la escuela y al llegar al paradero de Indios Verdes, la primera entra a los baños públicos que se encuentran en el lugar.

“Yo me paso al baño. Cuando ya estoy adentro escuchó que me grita ‘ma’, en eso me paro y cuando salgo mi hija ya no está, empiezo a preguntar en todos los puestos y nadie vio nada. Le marcó al celular y me manda a buzón, empiezo como desesperada a gritar y a gritar, en eso llega mi esposo y me avisa de esa cámara que está ahí… y me dicen que no pueden enseñar las imágenes hasta que no levante una denuncia”, narró.

Aseveró que los comerciantes del lugar se negaron a brindar ayuda e incluso los acusó de agredir a su esposo.