Ciudad de México.- El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró este jueves que que los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto no son sus enemigos, pero sí sus adversarios.
“Nosotros no tenemos enemigos, no es mi enemigo el expresidente Peña Nieto, ni el expresidente Calderón, ni el expresidente Fox, ni el expresidente Zedillo, ni el expresidente Salinas. Somos adversarios, pero no los considero mis enemigos, ellos actuaron en su momento, aplicaron una política que yo combatí siempre”, dijo.
López Obrador reiteró que nunca estuvo de acuerdo con la manera de gobernar de los expresidentes de los partidos Acción Nacional (PAN) y del Revolucionario Institucional (PRI), pero nunca buscó llegar más allá de la política para convertirlo en algo personal.
“Las diferencias son de orden político, no en lo personal, yo no odio”, apuntó.
Señaló que la política que impulsaron beneficio a minorías, auspició la corrupción y produjo el atraso y empobrecimiento del pueblo.
“Lo que creo es que esa política que ellos impulsaron y llevaron a la práctica benefició a minorías, auspició la corrupción y produjo el atraso de México y el empobrecimiento de nuestro pueblo, ese es el fondo del asunto”, añadió.
Acusó a Salinas de haber entregado los bienes de la nación (empresas públicas, bancos, minas, tierras ejidales) a particulares y a sus allegados.
“Porque quiso construir crear una nueva oligarquía, un grupo compacto. Cómo unos cuantos, una minoría se hizo inmensamente rica mientras se empobreció a la mayoría del pueblo”, aseguró.
Con Zedillo, López Obrador reprochó que, con la crisis económica, se rescató “a los de arriba” con el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) y se dejó de lado a los más pobres.
Dijo que Vicente Fox engañó a millones de mexicanos con hacer un cambio, pero “siguió con lo mismo”; además, lo acusó de señalarlo de haber encabezado el supuesto operativo de fraude electoral en 2006 "cuando nos roban la Presidencia de la República”.
Respecto a Felipe Calderón, apuntó que él impulso la guerra contra el narcotráfico, tuvo como secretario de Seguridad Pública a Genaro García Luna, recluido hoy en Estados Unidos por presuntos nexos con el narcotráfico.
En cuanto a Peña Nieto, López Obrador lo señaló por la corrupción que hubo en su administración.
“Pero de ahí a que yo les tengo odio, no, no, no. Si me encontrará yo a Calderón, me encontrara yo a Salinas, a lo mejor los saludaría, a lo mejor no, no lo haría por cuestiones políticas, porque me afectaría políticamente, pero en lo personal es otra cosa”, comentó.
Desde su arribo a la presidencia en 2018, López Obrador ha reiterado que su gobierno no buscaría iniciar una persecución contra los expresidentes por presuntos delitos de corrupción. Aunque, en 2020, se propuso una consulta ciudadana para enjuiciar a los exmandatarios.
“Lo he dicho porque creo que no debemos de anclarnos en el pasado”, aseguró en aquella ocasión que el votaría en contra.
