Tragedias migratorias por un ‘sueño americano’ en los últimos 20 años

Foto: EFE

Ciudad de México.- El viaje que deben realizar los inmigrantes para cruzar de México a los Estados Unidos es extremadamente complicado y arriesgado. Los riesgos incluyen terrenos y cruces de agua peligrosos, como los canales profundos que atraviesan Texas y han cobrado la vida de varios indocumentados. Igual de peligrosas son las condiciones de calor extremo, que han resultado especialmente mortales para aquellos inmigrantes que optan por ser traficados en camiones o remolques.

Aun conociendo los riesgos, cada año innumerables personas eligen hacer este viaje y, en muchas ocasiones, esto ha resultado en tragedia. Existen muchos casos donde inmigrantes han sido encontrados abandonados, heridos o muertos, en la parte trasera de camiones en EU.

 

Mayo de 2003

18 víctimas que van desde un niño de siete años hasta un hombre de 91 años fueron encontradas muertas en la parte trasera de un semitráiler en Houston, Texas. El conductor, Tyrone M. Williams, dijo que le pagaron 5 mil dólares para llevar a 16 personas a Houston. Cuando vio algo colgando del tráiler, se detuvo en una gasolinera para ver qué estaba sucediendo. Escuchó varios gritos y cuando abrió las puertas de la caja de la pesada unidad todos los inmigrantes dentro le comenzaron a gritar “¡El niño!¡El niño!”, en referencia al niño de siete años que luego se confirmaría que estaba muerto.

Apanicado, el conductor compró 20 aguas para los pasajeros y manejó hasta el hospital. Después de eso, dejó el tráiler abandonado, donde uno de los migrantes uso su celular para marcar al 911.

Cuando llegaron las autoridades, encontraron entre 107 a 137 personas originarias de México, Honduras, Guatemala, y El Salvador. 13 pasajeros fueron encontrados muertos dentro del tráiler, cuatro yacían en el piso alrededor y un pasajero murió después en el hospital.

Julio de 2017

10 cuerpos fueron encontrados en un camión abandonado en un estacionamiento de un Walmart en San Antonio, Texas. James Matthew Bradley Jr., el conductor, dijo que él no estaba enterado de que los migrantes estaban en su camión, pero aun así recibió una sentencia a cadena perpetua sin libertad condicional.

Para cuando las autoridades encontraron el vehículo, ocho de las víctimas ya estaban muertas, y dos murieron más tarde en el hospital. Los sobrevivientes sufrieron graves lesiones y varios padecieron de daño cerebral irreversible.

Al entrevistar a uno de los sobrevivientes, este dijo que él había pagado 12 mil 500 pesos por protección para cruzar el Río Grande, y después de eso los lo subieron a un camión que ya llevaba alrededor de otras 70 personas. Describió que hacía un calor letal y no había ni comida ni agua.

Comenzaron a hacer ruido para llamar la atención del conductor, pero nadie les hizo caso. Pronto, los movieron a otro camión, pero para ese entonces ya muchos se habían desmayado. Cuando ese camión se detuvo, llegaron seis camionetas que se llenaron muy rápido y el resto de los inmigrantes fueron abandonados.

Marzo de 2021

Una camioneta que llevaba alrededor de 25 inmigrantes dejó a 13 de ellos muertos después de un choque contra otro camión en Imperial Valley, California. 12 personas murieron inmediatamente en el accidente, incluyendo al conductor, un hombre de Mexicali, Baja California. Una persona más falleció después, en el hospital.

Los pasajeros eran todos inmigrantes de Guatemala y México, y por lo menos 10 de los 13 muertos eran mexicanos. Las edades de los pasajeros variaban entre tan solo 15 años a 53 años.

 

27 de junio de 2022

50 inmigrantes de México, Guatemala, y Honduras fueron encontrados muertos en un camión en San Antonio, Tejas. Tres personas fueron detenidas del sitio del tráiler, pero su conexión a el caso todavía permanece desconocida. De las 50 víctimas, 48 murieron en la escena debido a las fuertes condiciones del calor, ya que no tenían acceso a ventilación ni comida y agua. Otras dos personas murieron en el hospital.

12 adultos y 4 niños fueron llevados al hospital, aun conscientes. Se conoce que 22 de los muertos eran mexicanos, siete de Guatemala, y dos de Honduras. Entre los 16 sobrevivientes, se sabe que por lo menos dos son de Guatemala.