Ucrania intensifica su presión sobre Crimea tras una conquista clave en el Mar Negro

Kiev.- Entre el miércoles y el jueves, en menos de 48 horas, Ucrania lanzó dos rondas de ataques que dañaron un astillero de Sebastopol, Crimea, donde habrían dejando fuera de combate a un buque de asalto anfibio y a un submarino y habrían causado desperfectos a dos barcos patrulleros que Rusia utilizaba para controlar el Mar Negro.

En ese mismo espacio de tiempo se produjo un tercer ataque con drones y misiles Neptun que tuvo como objetivo una instalación militar rusa cerca de la localidad de Eupatoria, en Crimea occidental. Imágenes de satélite confirman la destrucción de un sistema de defensa antiaérea S-300/400 Triumph valorado en 1.200 millones de dólares.

Además, Rusia informó el jueves de una cuarta acción ucraniana con un dron marítimo contra el “aerodeslizador de la Flota del Mar Negro ‘Samum’”. El barco ruso atacado habría conseguido destruir la embarcación ucraniana no tripulada sin sufrir daños, según Moscú.

Los golpes a la flota militar rusa y a la plataforma terrestre que ésta utiliza como asidero en el Mar Negro hacen avanzar a Kiev hacia el objetivo de desmilitarizar la península de Crimea (ocupada por Rusia desde 2014), para evitar que Moscú siga utilizándola como lanzadera de sus ataques a Ucrania y para poder recuperarla.

Poniendo en peligro a todo barco ruso que transite por la zona, Ucrania busca también acabar con el bloqueo militar ruso de sus puertos, que le impide dar salida por mar a sus exportaciones e importar por barco con normalidad los productos y materias que necesita.

PLATAFORMAS DE PETRÓLEO Y GAS

Para el éxito de estas acciones podría haber sido clave otra operación menos comentada en los medios: la toma, por parte de fuerzas especiales ucranianas, de cuatro plataformas off-shore de gas y petróleo situadas en aguas del Mar Negro y controladas por Rusia desde la toma de Crimea hace casi una década.

“La operación especial fue preparada durante aproximadamente un mes y medio”, explicó anoche en una televisión ucraniana el comandante del Grupo de Fuerzas Especiales del Ministerio de Defensa de Ucrania, que se identificó con el nombre de guerra de ‘Pein’.

“Empleamos un bote inflable, porque es más manejable y menos visible para los aviones”, agregó el comandante ucraniano sobre esta operación, anunciada por Kiev el 12 de septiembre, en la que las fuerzas especiales ucranianas alcanzaron con un sistema de defensa aérea portátil el avión ruso que intentó hundirles.

MENOS CONTROL RUSO SOBRE EL MAR

Más allá de su espectacularidad, la captura de estos pozos de petróleo utilizados con fines militares por Rusia tuvo importantes resultados para Ucrania. Además de encontrar munición, las fuerzas ucranianas se incautaron de un sistema radar Neva que Rusia usaba para labores de reconocimiento en la parte occidental del Mar Negro.

El software del radar, dijo el comandante ‘Pein’, “contiene mucha información útil que puede responder a nuestras preguntas”. Sin acceso a esta tecnología que les ayudaba a saber lo que ocurría en la zona, la flota rusa ha perdido acceso a la zona occidental del Mar Negro.

“Les hemos empujado”, afirmó el comandante, “a las costas de Crimea”, donde Ucrania también ataca con creciente facilidad gracias, en parte, al margen de acción que le da haber despejado las aguas occidentales del control ruso.

UNA ESTRATEGIA “MUY SOFISTICADA”

Sobre la relación entre la recuperación de las plataformas petroleras y gasísticas del Mar Negro y el ataque al astillero de Sebastopol donde la flota militar rusa contruía y arreglaba sus barcos ha escrito el excomandante del Ejército de Estados Unidos en Europa, Ben Hodges.

“Ataques en Crimea (en referencia a golpes anteriores a las defensas rusas en la península) y a las plataformas de gas y petróleo para eliminar el radar, y después un ataque complejo de drones y misiles contra Sebastopol”, escribió Hodges en la red social X (antigua Twitter).

“Un enfoque muy sofisticado para hacer insostenible la presencia de los rusos en Crimea”, concluyó.