Protege tus oídos en el trabajo: Cómo los tapones auditivos se convierten en tu aliado de protección personal

Bajar el volumen, alejarse del ruido y evitar la exposición a sonidos fuertes son las mejores formas de proteger su audición.

Si ninguna de estas alternativas es práctica, los protectores auditivos, como tapones auditivos u orejeras con protección incorporada, pueden ser útiles.

Los dispositivos portátiles llamados protectores auditivos pueden disminuir el volumen del sonido que llega a los oídos.

¿Qué características hacen que la protección auditiva sea eficaz?

Se deben escuchar menos de 85 dB de ruido antes de que se dañe el tímpano, esto será imposible gracias a los dispositivos de protección auditiva.

Cuando los controles administrativos y de ingeniería fallan o no son prácticos, se deben usar dispositivos de protección auditiva que serán la última línea de defensa para la audiencia de un trabajador.

Los ajustes técnicos aquietan la maquinaria, los controles administrativos limitan la cantidad de tiempo que se puede usar un equipo específico, lo que reduce la exposición de los trabajadores.

El nivel de reducción de ruido que ofrece cada dispositivo de protección auditiva determina su calificación.

El NRR, o índice de reducción de ruido, es el nombre de esta calificación, el método Real Ear Attenuation Test (REAT), que se describe en ANSI S3.19-1974, sirve como base.

Sin embargo, se ha demostrado que estas clasificaciones varían entre el laboratorio de medición y el mundo real.

Muchos expertos aconsejan que todas las clasificaciones de reducción de ruido se reduzcan a la mitad. Por las siguientes razones, estos recomiendan reducir la NRR:

  • El 25% de las veces sin orejeras.
  • Sin tapones moldeables al 50%.
  • Excluyendo el 75% de todos los demás tapones.

La reducción de ruido real, por ejemplo, es más como 16 dB cuando un tapón auditivo moldeable anuncia una reducción de ruido de 32 dB, cada HPD necesita tener estas configuraciones en su lugar.

La protección auditiva Bluetooth y los auriculares con cancelación de ruido son una protección auditiva ineficaz.

Al reducir el ruido de los sonidos de baja frecuencia y la insonorización de los sonidos de alta frecuencia, están hechos para cancelar el ruido ambiental.

No reducen de manera efectiva la exposición al ruido laboral; solo ofrecen insonorización.

¿Qué tipos de protección contra el ruido existen?

Hay tres tipos de protección auditiva: orejeras, tapones para los oídos y tapones para el canal auditivo (también llamados medios insertos).

La cancelación de ruido más efectiva se logra con orejeras de protección auditiva, que están hechas para usarse sobre las orejas.

El material insonorizante y las almohadillas afelpadas que componen las orejeras se sujetan a la cabeza con una correa.

Hay disponibles estilos de tapones para los oídos tanto moldeables como no moldeables y están destinados a usarse dentro de los oídos.

Hay muchos tapones auditivos de espuma desechables o reutilizables disponibles, además, existen tapones de silicona o plástico.

Hay disponibles tapones para los oídos hechos a la medida y se pueden comprar a un audiólogo u otro especialista en el cuidado de la audición.

Los tapones del canal auditivo no están destinados a extenderse completamente dentro del oído, una correa rígida que conecta los tapones para los oídos los mantiene en su lugar justo encima del canal auditivo.

No están hechos específicamente para ti y no siempre funcionan, tapones para el canal auditivo, también conocidos como semi insertos, no brindan tanta protección auditiva porque no se extienden hacia el canal auditivo.

Sin embargo, son útiles en circunstancias en las que la protección auditiva debe ponerse y quitarse con frecuencia.

¿Cómo los tapones auditivos se convierten en tu aliado de protección personal?

La Asociación Estadounidense de Higiene Industrial enumera los siguientes factores que mejoran la aceptación de los protectores auditivos por parte de los trabajadores y aumentan la probabilidad de que los trabajadores los usen regularmente.

  • Comodidad y accesibilidad.
  • La capacidad de usar correctamente el dispositivo.
  • La convicción de que la tecnología detendrá la pérdida auditiva.
  • La convicción de que el dispositivo no dificultará que el usuario escuche ruidos cruciales.
  • Comodidad.
  • Suficiente reducción de ruido.
  • Un proceso de ajuste simple.