Invaden toneladas de cascajo a la capital

Por: Hugo Hernández

@DDMexico

Fotos:Julio Ortega

A partir del pasado 19 de septiembre, toneladas de escombros alteraron el entorno visual de algunas partes de la capital convirtiendo sus calles y colonias en verdaderas ruinas, por lo que la capacidad de las autoridades se vio rebasada.

En ocho delegaciones -Tlalpan, Xochimilco, Coyoacán, Benito Juárez, Cuauhtémoc, Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Álvaro Obregón-, las afectaciones fueron considerables y los inmuebles terminaron por caerse o ser desalojados, pero a más de 45 días los desechos no han terminado de ser removidos en su totalidad.

En Tlalpan, Coyoacán, Xochimilco y Álvaro Obregón, las construcciones dañadas aún siguen en pie en espera de ser demolidas y en otros casos los escombros están intactos, sin que propietarios, autoridades delegacionales y locales tomen la iniciativa para limpiar los espacios.

La preocupación no sólo es saber qué ocurrirá con cada inmueble y sus dueños, sino en la incapacidad e insuficiencia de contar con lugares destinados para llevar ese material inservible a lugares donde no sea perjudicial, o un factor contaminante para esos espacios donde se ha llevado la basura y los escombros.

Actualmente, la Ciudad de México dispone de 21 sitios para trasladar los restos materiales de las construcciones que resultaron destruidas por el sismo, y todos esos lugares están ubicados en el Estado de México, algunos en el municipio de Texcoco.

De acuerdo con la consulta que Diario de México realizó a la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), el cascajo generado en los primeros días se llevó a un espacio pequeño en Cuemanco, cerca de Periférico, pero ya está rebasado y tuvo que cerrar.

Al respecto, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha dado a conocer que se cuentan con 53 sitios seguros para disposición final de estos residuos, todos ocupados por las cuatro entidades afectadas por el sismo.

En el Estado de México se identificaron 30 sitios, 21 de los cuales serán usados para llevar el cascajo de la Ciudad de México ante la saturación del único sitio que se tenía en Cuemanco; nueve en Morelos y 15 en Puebla.

De acuerdo con la Semarnat, ninguno de esos sitios invade Áreas Naturales Protegidas, humedales, barrancas o sitios por donde se prevean avenidas de agua, todo ello para reducir al máximo la afectación ambiental, además de que en cada sitio se colocará una recicladora de residuos.

Según la dependencia federal, en los sitios donde se dispongan los residuos, éstos se tendrán que separar, al menos, entre materiales pétreos, ferrosos y de concreto, con el objeto de reciclar más fácilmente y utilizar el nuevo material para rellenos, banquetas, bordos y caminos.

Mal manejo de cascajo

De acuerdo con los criterios establecidos, los escombros no podrán depositarse en barrancas, áreas naturales protegidas (ANP), humedales ni en zonas de inundación con el fin de evitar la obstrucción del flujo del agua y posibles deslaves o erosión.

Al respecto, el asambleísta Iván Texta Solís hace un llamado a la Semarnat para que aplique con rigor la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, con el propósito de sancionar a quien no realice el tratamiento adecuado a las toneladas de escombro generadas tras el colapso de inmuebles en la Ciudad de México, luego de los sismos de septiembre.

El diputado local del PRD explica a este medio que dicha norma establece que el desperdicio de la construcción y demolición están clasificados como manejo especial, por lo cual es responsabilidad del gobierno federal el adecuado tratamiento de los desperdicios generados por las construcciones colapsadas.

Pese a que autoridades ambientales federales aseguran que la capital tiene acceso a 21 sitios de disposición final autorizados para el traslado de escombros, se ha evidenciado que en muchos de ellos no existen las condiciones necesarias para su adecuado manejo, denuncia el legislador.

Ante esta situación, el legislador perredista pide a la Secretaría del Medio Ambiente local (Sedema), cuya titular es Tanya Müller, un informe detallado sobre el manejo y destino final de los escombros en cada una de las demarcaciones afectadas.

Considera pertinente que dicha dependencia vigile que se dé cabal cumplimiento de la ley para proteger a los habitantes de la Ciudad de México ante el foco rojo que representa para la salud pública el escombro, ya que va revuelto con otros objetos que podrían resultar dañinos.

“La contingencia no ha terminado, apenas comienzan las demoliciones de los edificios y casas habitación que resultaron afectados, por lo que es necesario el correcto manejo de estos residuos sólidos e incluso fomentar su posible reutilización y reciclaje”, puntualizó el integrante de la Comisión de Vivienda de la Asamblea Legislativa.

En ese sentido, el diputado local del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Xavier López Adame, planteó que la Sedema local apruebe el Plan de Manejo para la Demolición, Transportación, Descarga y Depósito de los Residuos de la Construcción o Demolición, pues el problema apenas comienza.

De acuerdo a la Consejería Jurídica (CEJUR), hay 58 inmuebles con dictamen por parte del Instituto para la Seguridad de las Construcciones para su demolición, de los cuales la dependencia local ha realizado 27 procedimientos de notificación, 23 están concluidos y 4 están en proceso.

“Se debe evitar que las empresas que se contraten para el manejo de escombros y cascajo lo depositen ilegalmente en tiraderos a cielo abierto o en barrancas de la ciudad”, refiere el legislador del PVEM.

Señala que no se trata simplemente de tirarlos, son residuos que con un buen manejo pueden ser útiles, pues al recuperar el material puede resultar más barato que traer arena y concreto de otro lado.