Jardines del Pedregal: entre tráfico, inseguridad... y sin agua

Por Julio Torres 

México.— Jardines del Pedregal, colonia ubicada al Suroeste de la Ciudad de México, fue un proyecto residencial modernista iniciado en 1945 por destacados arquitectos mexicanos. La zona está delimitada por las avenidas San Jerónimo, Anillo Periférico, Boulevard Cataratas y Ciudad Universitaria; sin embargo, este icónico sitio de la ciudad se ha visto manchado por la proliferación de plazas comerciales y empresas, lo que ha provocado escasez de agua, aumento de inseguridad y problemas viales.

De acuerdo con el proyecto original del trazado de la colonia, una hectárea debería ser ocupada por 100 familias, pero hay hasta mil 200, debido a que las inmobiliarias aprovechan los espacios de la zona para hacer fraccionamientos. 

Por otro lado, tan sólo en Avenida de las Fuentes se encuentran al menos cuatro plazas, tales como Plaza Jolie, Pedreplaza, Encuentro Sur y Grand Pedregal, las cuales han llevado la zona al borde del colapso.

De acuerdo con Juan Antonio Gómez, comerciante y vecino, su colonia ha cambiado, ya que “la proliferación de plazas ha contribuido al colapso vial, pues en horas pico los vecinos que intentan llegar al Eje 10 Sur o al Anillo Periférico tienen que formar una larga fila, además del transporte público que se para donde sea. El área está saturada, pues entre la gente que visita las plazas y sus trabajadores que asisten al lugar, se han colapsado los espacios de estacionamiento; ya no hay banquetas, todo está lleno de carros”.

Cabe señalar que otro factor que afecta a esta parte de la ciudad, de acuerdo con el Programa Delegacional de Desarrollo Urbano, es que la colonia tiene un sistema de fosas sépticas y no red de drenaje, por sus características geológicas, motivo por el cual se han desarrollado problemas de desagües en algunos puntos de la zona.

Por otro lado, el servicio del agua también le pega, por lo que vecinos exigen a las autoridades detener el crecimiento desmedido de grandes complejos comerciales y habitacionales, ya que debido a la demanda en algunas zonas, el agua va por tandeos, pues como en las colonias populares “te avientan el agua ciertos días y a ciertas horas, lo que representa también un problema”, indicó Antonio.

Bajo las condiciones de crecimiento proyectadas en el Programa Delegacional de Desarrollo Urbano, la zona es de tipo residencial unifamiliar de dos y tres niveles y comprende a la colonia Jardines del Pedregal, desarrollada en su inicio a través de la modalidad de fraccionamientos; sin embargo, actualmente presenta una tendencia hacia la redensificación, identificada a través de las solicitudes de incremento para vivienda, además, cuestión que para los vecinos representa mayor riesgo.

Por lo anterior, Diario de México buscó a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) para conocer su postura en cuanto a dicha problemática; sin embargo, no se obtuvo respuesta alguna.

En cuanto al tema de la inseguridad, los vecinos indicaron que a pesar de que en el lugar ha aumentado la vigilancia, los índices de robo también han crecido, dando como resultado el incremento de robo de autopartes y robo a casa habitación, así como ilícitos nuevos en la zona, como el asesinato de un hombre perpetrado el pasado mes frente al Colegio Simón Bolívar, ubicado en avenida Camino a Santa Teresa, en el cual dos sujetos atacaron a tiros al ocupante de un Mini Cooper.

Por lo anterior, los colonos han solicitado a las autoridades la puesta en marcha de más módulos de vigilancia, rondines policiacos, rondines a pie, así como la instalación de más alarmas vecinales en los hogares, pues hasta ahora “no ha sido suficiente la seguridad que supuestamente nos están dando, ha aumentado el robo de autopartes y de coches, eso antes no se daba”, indicó Ángel, vecino de la colonia.

Además, María Andrea Ibáñez, miembro de la Mesa Directiva de Residentes de Jardines del Pedregal de San Ángel, alertó por los llamados “chicharreros”, quienes “tocan en los domicilios buscando a un supuesto conocido para luego someter a los habitantes”.

“Llegan el fin de semana, llaman a la puerta y preguntan por alguien, si le atinan al nombre, o les abren, ingresan y atacan, pero ellos no van por pantallas, ropa o computadoras, sino por joyas y dinero”, explicó.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en dicha demarcación el número de robos a casa habitación pasó de 364 en 2015 a 326 en 2016.

Asimismo, los colonos han tenido que interconectarse vía redes sociales o por correo electrónico para cuidarse.

En un llamado a las autoridades, los habitantes han colocado lonas en algunas calles de la colonia y también piden que no permitan la instalación de más ambulantes en el área; así como el freno a construcciones ilegales.

 

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