Joven con cáncer terminal implora al gobierno de Trump visa humanitaria para sus padres

EFE/ Redacción.- 

Los Ángeles.- Con el deseo de ser abrazado antes de fallecer por cáncer, menor le pide al gobierno de Donald Trump, visas humanitarias para sus padres que se encuentran en México.

Alfredo, de 15 años se encuentra postrado en una cama del Hospital de Niños de Los Ángeles (CHLA, en inglés) debido a un tumor cerebral que se le desarrolló hace dos años, y que hasta el momento los médicos no han logrado erradicar.

El menor espera que las autoridades de inmigración aprueben cuanto antes un permiso humanitario para que sus padres puedan viajar desde México y acompañarlo en un tratamiento decisivo.

Los progenitores del menor habían partido hace unos años hacía Estados Unidos, donde nació Alfredo, sin embargo, luego de vivir 8 años en California decidieron regresar a Tulancingo, estado de Hidalgo.

El joven creció en Tulancingo pero al detectarle el tumor en 2018 y atravesar por una cirugía y quimioterapias en la Ciudad de México en 2019, los padres decidieron mandarlo a Estados Unidos porque sabían que allá tendría mayores posibilidades de encontrar una cura.

 José Alfredo Cortés Cerón, padre del menor, dijo en conversación telefónica con Efe, que él y su esposa no tienen visa de turista, por eso prefirieron enviar al menor con sus tíos mientras ellos tramitaban un permiso para poder estar junto al menor de sus tres hijos.

“Lo importante era salvar la vida de mi hijo; por eso decidimos que se fuera primero”, narró con voz entrecortada Graciela Montalvo, madre del menor.

En una carta dirigida al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), que está evaluando el permiso humanitario, los médicos de CHLA explicaron que el tumor agresivo que sufre Alfredo no ha respondido a la quimioterapia y está progresando, por lo que su enfermedad ya no se considera curable por ese medio.

 “La supervivencia de Alfredo de una semana a la siguiente es extremadamente tenue y no tenemos garantía de que vivirá para ver a sus padres nuevamente si emprende un viaje a México antes o después de este posible ensayo”, resaltaron las autoridades médicas al ICE.

“Nosotros solo queremos que nos den un permiso para estar junto a nuestro hijo. No vamos a trabajar ni hacerle daño a nadie”, advierte en tono de súplica Montalvo.

María Rocío Gómez, tía del menor está cuidando al joven y considera que la llegada de los padres sería como un bálsamo para el adolescente, que a pesar de ser un luchador su actual estado de salud ha ido mermando la alegría y el optimismo que lo caracterizan.

“A veces ya no quiere pasar a hablar por teléfono con sus papás. Lo mantienen sedado, y cuando se despierta no tiene ganas de nada”, relata.