'La mano dura' en cárceles de El Salvador en tiempos de pandemia

San Salvador.- Las imágenes son contundentes: decenas de hombres con el pelo rapado, las manos esposadas detrás de la espalda, casi desnudos de no ser por calzones largos, descalzos, hacinados unos contra otros en las cárceles de El Salvador.

Las fotografías no son resultado de una investigación periodística infiltrada en los recintos carcelarios del país centroamericano para denunciar el maltrato que están sufriendo estas personas, sino que las divulgó el propio gobierno salvadoreño, encabezado por el presidente Nayib Bukele, presumiendo su mano dura contra las pandillas y el logro de su administración.

Además de acabar con la separación por celdas de miembros de las distintas pandillas operativas en el país, pues ahora están mezclados indistintamente, este domingo 26 de abril el mandatario emitió la orden de que las fuerzas armadas y la Policía Nacional Civil (PNC) utilicen la fuerza letal contra quienes atenten contra la vida de los salvadoreños y prometió que los agentes que lo hagan recibirán el acompañamiento y la protección legal del Estado.

También, la presidencia informó que la madrugada de hoy Bukele se reunió con el gabinete de seguridad para definir la estrategia ante el alza de homicidios en el país.

NOtimex
Notimex

Uno de sus principales discursos de gobierno ha sido contener las cifras de homicidios en El Salvador, un plan que en febrero de 2020 llevó a Bukele a tomar con elementos de la PNC y las fuerzas armadas la Asamblea Legislativa para presionar a los parlamentarios a aprobar una deuda millonaria que permitiera implementar la fase tres de su Plan de Control Territorial.

La militarización del recinto legislativo fue reprobada por los parlamentarios agraviados, la Sala de lo Constitucional y la opinión pública nacional e internacional, que consideraron que la medida atentaba contra la división de poderes, el orden constitucional y la normalidad democrática de El Salvador.

No obstante, después de entonces el presidente ha seguido arremetiendo contra la oposición, a la cual acusa justamente de proteger a pandilleros, pactar con criminales, velar por la estabilidad de los terroristas, o bien de enfrascarse en discusiones políticas sin atender urgencias, en perjuicio de la ciudadanía.

Otro enfrentamiento sucedió con la pandemia de coronavirus: el presidente ordenó una cuarentena rigurosa que permitiera a los uniformados arrestar a quienes la transgredieran y obligarlos a pasarla en confinamiento. Los diputados deliberaron para diseñar un marco legal que permitiera aplicar la cuarentena sin violentar los derechos fundamentales de la población.

Bukele consideró la deliberación un atentado que entorpecía su estrategia y volvió a descalificar a la Asamblea, asegurando que hace politiquería en vez de enfocarse en la emergencia de proteger las vidas de los salvadoreños.

En una nueva fase de su mismo estilo de gobernar, ahora Bukele difunde imágenes de personas privadas de su libertad hacinadas en el suelo, aglomeradas unas contra otras, obligadas a correr por los recintos carcelarios con la cabeza agachada y entre uniformados con armas de alto poder.

El dictado de emergencia máxima en los penales donde están recluidos grupos señalados de terrorismo quiere emitir el mensaje claro de que el gobierno no se va a doblegar ante ninguna organización criminal, declaró Osiris Luna Meza, director general de centros penales en El Salvador.

Además, Luna Meza prometió que los encarcelados no verán ni un rayo de sol durante las 24 horas del día.

Las imágenes de los reos hacinados y semidesnudos han provocado la indignación de la comunidad internacional.

Manuel Zelaya, expresidente de Honduras que fue derrocado en 2009, consideró que las personas de las fotografías son jóvenes abandonados por el Estado.

“El Estado criminal que destruyó el alma de estos jóvenes cuando les negó educación, salud y empleo, ahora les tortura y mata en cárceles de El Salvador (la mayoría sin condena). Qué crueldad, se unen pandemia y tiempos brutales y atroces que creímos superados en la historia”, expresó el exmandatario.

Érika Ortega Sanoja, periodista y corresponsal de Russia Today en Venezuela, comparó las imágenes divulgadas por el gobierno de Bukele con los hechos de tortura perpetrados por el ejército estadounidense contra presos de la cárcel de Abu Ghraib en Irak, en el marco de la invasión al país de Medio Oriente tras la caída de las Torres Gemelas en Manhattan, ocurrida en 2001.

Los hacinamientos de salvadoreños ¿están a un paso de Abu Ghraib?, cuestionó la comunicadora.

“El mundo está despertando al hecho de que El Salvador bajo Nayib Bukele es el retorno más grande de un país al fascismo desde la guerra”, opinó el periodista de Al Jazeera Daniel Alvarenga.

Ángel Plascencia, también periodista para Al Jazeera, se sumó a los cuestionamientos contra el trato que Bukele está dando a las personas privadas de su libertad.

“Si el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, dice estar tan preocupado por la salud de los salvadoreños, al grado que está violentando sus libertades básicas, ¿por qué emitir un decreto para que justo ahora se den este tipo de aglomeraciones en centros penitenciarios?”, indagó.

Notimex