Ayer, después de que el presidente Enrique Peña anunciara que el ahora exsecretario de Hacienda José Antonio Meade saldría de su gabinete para buscar la candidatura priista, fue muy triste ver la misma película de cada seis años, en la que los decadentes dirigentes de la CTM y del Congreso del Trabajo fueron los primeros en dar su apoyo a José Antonio Meade como abanderado rumbo a la presidencia de la República.
El dirigente cetemista Carlos Aceves del Olmo, al más puro estilo de Fidel Velázquez habló de que apoyarán al “presidente de la esperanza” (y aclaró que López Obrador no lo es) y que van a recorrer juntos el país con grandes eventos.
Firmaron el documento de apoyo a Meade y le regalaron un cuadro con el logotipo de la CTM, hubo porras y más alabanzas y halagos que los que le aventó Luis Videgaray cuando lo destapó.
Y así veremos cómo poco a poco, otros sectores se unirán para que Meade quede como candidato del PRI y jale a sus amigos del PAN que están contra Ricardo Anaya. Vaya espectáculo de los líderes obreros, ya que le cambien.
Muchos priistas coinciden en que será una elección muy difícil, porque están frente a un López Obrador con muchos años de campaña y un frente que parece que ya fracasó, porque nomás no se ponen de acuerdo en su abanderado.
El gobernador Alfredo Del Mazo Maza, estuvo en Toluca con el Jefe de la Oficina de la Presidencia de la República y Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (a la cual se sumó el Edomex), Francisco Guzmán Ortiz, e indicó que los objetivos de esta iniciativa serán tomados en cuenta en el Plan Estatal de Desarrollo del Estado de México 2017 2023, para que se trabaje en el fortalecimiento de la paz, erradicar la pobreza, alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, así como tener un desarrollo económico sostenible. Ambicioso plan, ojalá que lo logren, porque así como le dejaron las finanzas no se antoja fácil.
