Toluca, Méx.- En el actual contexto de la pandemia, la atención a la salud mental ha cobrado especial relevancia, pues el confinamiento se tradujo, entre otras situaciones, en aumento del consumo de sustancias adictivas, lo que ha fracturado relaciones familiares e incrementó el número de casos de trastornos mentales, por lo que en coordinación entre los gobiernos federal y estatal se trabaja para implementar un nuevo modelo de atención.
Así lo señaló el Director del Instituto Mexiquense contra las Adicciones (IMCA), al inaugurar, a nombre del titular de la Secretaría de Salud del Estado de México, el Primer Foro Internacional: Embarazo, suicidio y adicciones, organizado en coordinación con la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), donde también añadió que el principal reto es combatir el estigma que persiste para abordar este tema.
Por su parte, la Directora de Centros Universitarios y Unidades Académicas Profesionales de la UAEM comentó que el foro busca que se consoliden los servicios de salud mental como parte fundamental en el crecimiento y bienestar de los seres humanos.
Agregó que, en la actualidad, aún es invisible para una gran parte de la población, a pesar de la importancia que reviste para el sano desarrollo de cada individuo.
Dicho foro se organizó con el objetivo de capacitar y sensibilizar al personal de Salud en materia de prevención y atención a la salud mental y sexual, para implementar programas que permitan un abordaje oportuno, toda vez que esta problemática afecta en mayor medida a la población joven y adolescente.
Durante su intervención, la Directora de Prevención en Centros de Integración Juvenil (CIJ), al hablar en representación la Directora General de esta asociación civil, puntualizó que actualmente en México y en el mundo se presenta un incremento en el consumo de sustancias adictivas, embarazo adolescente y suicidio, condicionados principalmente por el confinamiento, ya que incrementó los casos de violencia intrafamiliar.
No obstante, dijo que el mayor reto es involucrar a los padres de familia en la atención de estos tres problemas, pues sigue siendo tabú hablar de sexualidad, adicciones y salud mental con los niños, adolescentes y jóvenes, lo que muchas veces retrasa la prevención y atención oportuna.
