36 mil capitalinos padecen VIH [VIDEO]

Por: Diego Ríos

@diegorioz

“Hasta la fecha me gustan las mujeres, y ya sé que te podrá parecer extraño, cuando me llamaba como dice mi credencial de elector nunca dudé de mi orientación sexual, pero yo sabía que no estaba en el cuerpo correcto, qué le iba a hacer, como dice aquella mujer de la tele, aquí me tocó vivir, en este cuerpo de hombre. 


De chica me veía al espejo y me notaba tosca, ancha y me ponía de malas. Mis papás nunca lo entendieron, francamente yo tampoco me entendía en aquel entonces”, recuerda Sonia, quién nació siendo varón y después de 27 años, al quedar viudo, decidió ponerse unos tacones, pintarse las uñas y ser ella misma, la mujer que es hoy en día, la misma que lleva nueve años controlando su VIH.


“Éramos felices y ni nos dábamos cuenta, vivíamos enamorados y de pronto llegó la gran noticia. Mi esposa llevaba varios días de retraso, mareos y ascos, yo presentía algo pero igual me daba miedo pensar que ella estuviera embarazada, fue sin decirme a la farmacia, compro una prueba y resultó positiva. Salió blanca del baño y me dijo, “vamos a ser papás”, la abracé y recuerdo que lloramos de alegría”.


La dicha les duraría poco una vez que la prueba de embarazo salió positiva, pasaron un par de semanas cuando en una clínica del Seguro Social le aplicaron de manera preventiva una prueba rápida para detectar el VIH, y también salió positiva. Este resultado de la misma manera le traería llanto a la joven pareja, pero ya no de alegría, sino de desolación.


Una vez que su esposa dio positivo, a él también le hicieron la prueba, para los médicos no sería sorpresa el resultado: positivo con VIH


“Me quería morir, pensé en arrojarme a las vías del Metro, en colgarme o tomarme todo el cajón de las medicinas, no podía creer lo que estaba viviendo, pensaba que todo debía ser una pesadilla, preguntándote si fue real o sólo un sueño. Todo era real, mi esposa y yo teníamos VIH, quién sabe desde cuándo, quién sabe quién se lo transmitió a quién, de no ser por el embarazo ve tú a saber cuándo nos hubiéramos enterado”.


Es muy común que las personas que contraen la infección lucen y se sienten sanas durante mucho tiempo. Pueden transcurrir 10 años o más hasta que la infección por VIH manifiesta síntomas, e incluso mucho más tiempo en el caso de quienes toman medicamentos antivirales. Por eso, es fundamental realizarse pruebas de VIH periódicas, en especial si se practica sexo sin protección, relataron los especialistas de la Clínica Especializada Condesa, misma que atiende gratuitamente al mayor número de pacientes con VIH en el país y es la más grande en su tipo en toda América Latina.


“Gracias a Dios Valentina nació sana, pero mi mujer pasado el alumbramiento abandonó los antirretrovirales, cayó en depresión postparto, contrajo el SIDA y dos años más tarde me despedí de ella. No le guardo ningún rencor, me dio una razón por quién vivir y nunca sabremos quién fue el portador inicial, aunque siempre he querido pensar que no fui yo” refiere Sonia con esperanza.


Una persona con VIH se considera que tiene SIDA cuando sufre infecciones raras (denominadas oportunistas), ciertos tipos extraños de cáncer o tiene un recuento muy bajo de células CD4. En general, esto sucede alrededor de 10 años después de contraer el VIH y no recibir tratamiento. Con tratamiento, la aparición del SIDA puede tardar mucho más o nunca presentarse.


En la Ciudad de México, según datos de ONUSIDA, se calcula que alrededor de 36 mil personas están infectadas con VIH, de las cuales 15 mil están actualmente en tratamiento, ilustró la doctora Andrea González Rodríguez, Directora del Centro para la Prevención y Atención Integral del VIH/SIDA de la CDMX.


La capital del país considera concentrada la epidemia de VIH en un 37%, hombres trabajadores del sexo y 32% mujeres transgénero y personas que usan drogas inyectadas.

“Tuve la oportunidad de estar con Luc Montagnier, el descubridor del virus del VIH que es el causante del SIDA, ahí en su oficina de París me dijo –Mire doctor, es una lástima que se le perdió el miedo al VIH/SIDA, la gente le perdió el miedo por los antirretrovirales que mejoran la calidad de vida, y de ser una enfermedad mortal, pues antes era una condena de muerte quien la contraía, hoy no, hoy es una enfermedad crónico degenerativa, por lo tanto con un buen diagnóstico temprano, tratamiento y seguimiento puede controlarse la enfermedad”, recordó el doctor Armando Ahued, titular de la Secretaría de Salud de la CDMX.