Ciudad de México.- Los siete grados Celsius, registrados en el último sábado del año, fueron resentidos principalmente por las personas en situación de calle, quienes se niegan a ingresar a los albergues que abrieron las alcaldías.
Aunque lleva 12 años en la calle, desde hace un mes Amado Guillermo Cruz de 50 años decidió quedarse en un solo sitio, ubicado en avenida Santa Anita, muy cerca de Calzada La Viga.
Su rutina es la misma cuando el frío se siente en las noches y mañanas como hoy: hace fogatas con periódicos y algunas prendas que le regala la gente.
“Sí se sintió hoy también (el frío) y ves todo así (gris) por la contaminación de los carros y aviones”, dice el hombre quien se cubre con un cobertor y una cobija de bebé.
Pero el hombre, quien perdió la pierna en un accidente, se niega a ingresar a los albergues, pues asegura que ahí ha sufrido maltratos. “Te pegan casi en todos, siempre te hacen eso, mejor así”.
Más adelante, sobre el camellón de avenida Las Torres casi esquina con La Coruña, otro hombre en situación de calle permanece envuelto en una cobija y dormido pese al fuerte sonido de los camiones que transitan cerca de él.
Ahí también, sobre el pasto hay una amplia rueda negra de cenizas, que indica que también prendió una fogata por la noche.
Por ser fin de semana y vacaciones pocas personas decidieron salir a las calles, las cuales lucen vacías luego de que las escuelas y los negocios de atoles y café permanecen cerrados.
Los parques, donde habitualmente los capitalinos se ejercitan, también lucen semivacíos esta mañana, pues fueron pocos los que decidieron enfrentar el frío del último sábado del año.
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