Por Aarón Cruz Soto
Ciudad de México.- La construcción del Centro SCOP inició en 1953, utilizando una estructura anterior destinada a un hospital del IMSS que inició su construcción en 1953. Su nombre se debe a que fue sede de la Secretaria de Comunicaciones y Obras Públicas, la edificación fue gestionada por Carlos Lazo durante el periodo presidencial de Adolfo Ruiz Cortines, con este inmueble se agilizaba la labor de la institución que albergaba.
Los arquitectos Augusto Pérez Palacios y Raúl Cacho fueron los encargados de hacer el diseño y la adaptación del conjunto.
El edificio se encuentra en la colonia Narvarte y esa ubicación encajó en la visión de Lazo para trasladar algunas instituciones al sur de la capital. Además, se montaron en los edificios murales de Juan O´Gorman, José Chávez, Luis García Robledo, Guillermo Monroy y Arturo Estrada, fueron piezas pensadas para acompañar al edificio.
Según Jatsive Soto del Seminario de Investigación y Documentación de la Memoria del Centro SCOP “la importancia histórica del Centro SCOP tiene varios elementos pero destaca la Integración Plástica que es nodal, ya que representa un momento en el que el arte mexicano experimentó desde distintos lugares para lograr un mayor impacto social”.
El Seminario de Investigación y Documentación de la Memoria del Centro SCOP se gestó en un proyecto de servicio social de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, que resultó de la inquietud en relación al destino de los murales, en esta etapa, se dedican a la investigación de archivo y bibliográfica en torno al Centro y a la manera en cómo se ha desenvuelto a través del tiempo. Uno de los objetivos centrales es la formación de un expediente que posibilite la declaración patrimonial artística del complejo.
El Doctor Renato González, coordinador del proyecto, Francisco Alvarado, Luis Bastida, Raquel Cortez, Zyanya Ortega, Jessica Peral, Alan Ramírez, Diego Torres, Stephanie Vega, Jatsive Soto, Rebeca Barquera.
Fue en 1985 que parte del inmueble fue dañado, desapareciendo tres pisos del mismo, según la arquitecta Lourdes Cruz Gonzáles Francos fue producto del uso administrativo irresponsable, pero también en el gran sismo del 2017 quedó dañado por lo cual se pensó demoler la edificación y reubicar los murales.
Según las académicas Nadia Ximena López y Viridiana Zavala, la historia arquitectónica del Centro Scop no es reconocida por los gobiernos y revela la tendencia a construir grandes edificaciones en zonas que han incrementado su valor monetario, pero que no tienen capacidad para mantener, además, del habito de conservar edificios bajo la lógica del reciclaje, concluyen que el rescate de las obras plásticas y un estudio del sueño era necesario desde hace años.
Desde el sismo del 2017, el Centro se ha visto envuelto en varias controversias debido a que en un momento se especuló que se volvería un centro comercial. Pero ahora parece ser que se volverá un complejo cultural, con una sala de conciertos, un museo y galería de arte, además, se ha planteado restablecer los murales.
“El rescate de un solo elemento en el centro SCOP, como ya mencionamos, parte de la importancia recae en que este es un conjunto en el que cada uno de los elementos se significa en relación con su entorno y así es como se entienden. La cuestión de la Integración Plástica de nuevo resulta central.
El Centro SCOP siempre había funcionado como fue planeado, es decir, para albergar a la Secretaria de Comunicaciones, aún con los cambios administrativos que están ha tenido a través del tiempo, no había dejado funcionar como inmueble gubernamental”, dijo Jatsive Soto, sobre el tema del rescate.
En un foro titulado “Centro SCOP pasado, presente y futuro” a cargo del Seminario de Estudio y Conservación del Patrimonio Cultural del Instituto de Investigaciones Estéticas, Renato Melo comentó que se deben contemplar los argumentos científicos, históricos y estéticos, lo cual requiere un proceso de investigación.
“En el Instituto seguiremos adelante hasta integrar un documento para proponer que el conjunto sea declarado monumento artístico de la nación”, señaló Melo.
Por su parte, Jiménez Espriú, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes consideró pertinente que el Centro sea designado patrimonio cultural y urbano.
“Es un edificio en donde se rescata mucha de la historia del muralismo mexicano; estas obras expresan la historia de México, en muchos casos vinculada a comunicaciones, que son las venas integradoras del país y de la identidad nacional”, declaró Espriú.
Mientras ahí sigue el edificio, en el limbo que dejó el terremoto del 19 de septiembre del 2017.
ACS
