Espacios para consumo de cannabis en la CDMX: entre el apoyo oficial y la persistente criminalización

Foto: Especial

A pesar de que el Gobierno de la Ciudad de México ha impulsado la creación de zonas de consumo tolerado de cannabis, los colectivos cannábicos advierten que la falta de una legislación clara sigue exponiendo a los consumidores a la criminalización policial. Apenas días después de la apertura de uno de estos "paraísos 4:20", un incidente en el centro de la capital puso en evidencia la tensión que aún existe.

El 6 de agosto, en la Plaza de la Concepción, dos agentes de policía abordaron a un consumidor de forma violenta, según relató Norma, activista de la colectiva Hijas de la Cannabis. El incidente ocurrió a las 20:20, veinte minutos después de que se cerrara el horario permitido para la zona. La situación escaló a una revisión corporal, lo que Norma calificó como una "criminalización" que solo se detuvo gracias a la intervención de su colectivo.

La lucha por los derechos de los consumidores

La activista lamentó que, a pesar de que el espacio está avalado por el Gobierno, el miedo y el hostigamiento policial siguen siendo una realidad. "A pesar de ser un espacio seguro por parte del Gobierno... sigue siendo un espacio inseguro y un espacio de inquietud por parte de los cuerpos de la policía", afirmó Norma.

Antes de la creación de estas zonas, diversos colectivos ya habían establecido "puntos de protesta" para exigir la regulación de la marihuana, luego de que en 2021 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declarara inconstitucional su prohibición para fines recreativos. Estos campamentos, como el que se encuentra frente al Senado, simbolizan la lucha por el reconocimiento legal.

Popeye, del colectivo Comuna 4:20, ve con buenos ojos el interés de las autoridades en crear espacios seguros, aunque señala que la reubicación de algunos campamentos responde a una "limpieza urbana" de cara al Mundial de 2026. Sin embargo, recalca la urgencia de una legislación "enfocada en los derechos humanos" que ponga fin a la estigmatización y la violencia.

Entre la regulación y la integración vecinal

La apertura de estos espacios ha generado reacciones mixtas. Mientras que el Gobierno ha colocado personal para orientar sobre cómo tramitar amparos para el autocultivo y autoconsumo, algunos vecinos han protestado por el temor a la inseguridad.

A pesar de ello, hay quienes, como Moisés San Juan, un vecino de 75 años, ven con optimismo la iniciativa. Recordando que en su juventud tenía que "esconderse" para fumar, San Juan considera que una regulación es "lo mejor" para que los consumidores sean "aceptados poco a poco, que no estén escondidos".

La situación legal de la marihuana en México sigue siendo un punto de incertidumbre. La Ley General de Salud la considera una sustancia prohibida para uso recreativo, y no existe una normativa específica que autorice su consumo lúdico. Esto deja un vacío legal que, como muestra el incidente en la Plaza de la Concepción, sigue alimentando la criminalización a pesar de los esfuerzos del Gobierno por crear zonas de tolerancia.

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