Luego de que ayer se suicidara Roberto Carlos Villaseñor Niño, estudiante de Arquitectura de la UNAM, y quien decidiera voluntariamente arrojarse del quinto piso del edificio de la Facultad de Medicina, familiares dieron a conocer que el joven sufría serios problemas psicológicos.
De acuerdo con la familia, Roberto estuvo internado en el Hospital Fray Bernardino, de abril a mayo del presente año; tras su salida de la clínica intentó suicidarse mediante el uso de drogas y alcohol; además de que sufría trastorno de personalidad, situación que se agravó cuando su madre lo corrió de la casa hace dos semanas.
Las indagatorias señalan que Villaseñor Niño se aventó de un quinto piso, no obstante, peritos siguen investigado el caso debido a que el cuerpo del joven quedó tendido bocarriba.
Según primeros reportes, la última persona con la que Roberto tuvo contacto fue su ex novia, Vanessa Itzel, de 22 años de edad, a quien contactó cerca de las 20:00 horas mediante una llamada telefónica para informarle sobre su decisión de suicidarse.
Pasada dicha hora, el estudiante de arquitectura entró en contacto nuevamente con la joven, a la cual le mandó por Whatsapp un mensaje de despedida acompañado de su ubicación, esto último con el fin de que su cuerpo fuese hallado, mismo que se localizó tres horas más tarde.
De acuerdo con las declaraciones, Vanessa Itzel entró en shcok y en compañía de sus padres fue a buscar a su ex novio a Ciudad Universitaria para impedir para ese entonces el probable suicidio, sin embrago, éste ya había sido ejecutado por el joven.
El cadáver de Roberto Carlos fue hallado bocarriba, sobre el circuito escolar que está frente a la Facultad de Medicina, y presentaba una severa contusión craneal.
Pese a que la recolección de hechos apuntó que la muerte Villaseñor Niño se trató de un suicidio, la Procuraduría inició una carpeta de investigación por homicidio por otras causas.
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