Ciudad de México.- Rodolfo “N” tiene 15 años fue testigo del crimen que su padre cometió. Érick Francisco “N”, el padre, apuñaló a Ingrid, la desolló, para luego arrojar parte de sus órganos por el inodoro y el drenaje de la calle.
En el edificio de la colonia Vallejo, en donde él vivía, se sabía que el hombre de 46 años solía agredir con insultos y golpes a Ingrid Escamilla, de 25 años.
En 2019 ella interpuso una denuncia por violencia ante la entonces procuraduría capitalina. El trámite sólo quedó en el archivo, porque Ingrid no siguió con el proceso legal y decidió darle una segunda oportunidad a la relación de cinco años que tenía con su agresor.
El día del asesinato, la joven le reclamó a su esposo por pasarse toda la tarde tomando con sus amigos en la calle Tamagno.
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En el interrogatorio que policías le realizaron a Érick Francisco, relató que esa noche su esposa tomó un cuchillo de la cocina y le dijo: “Te voy a matar”.
“Le digo ‘pues mátame de una vez’, veo que saca el cuchillo y le digo, ‘de una vez’ (…), fue cuando primero como que lo enterró y le digo ‘dale más fuerte de una vez’ y luego me pegó como dos veces más”, indicó el sujeto.
Contestó al policía que después de las agresiones le arrebató el cuchillo y le dijo: “Si tú no me matas, yo sí te voy a matar” y se clavó en varias ocasiones en el cuello.
