Incrementan 93% los ingresos a cárceles de CDMX en 3 años
Redacción
Ciudad de México.- El sistema penitenciario de la Ciudad de México experimenta un incremento alarmante en la población ingresada, el cual contrasta severamente con la disminución de la atención brindada a las personas liberadas que buscan reincorporarse a la sociedad.
Entre 2020 y 2023, la cifra de Personas Privadas de la Libertad (PPL) que entraron a los reclusorios capitalinos se disparó 93%, pasando de ocho mil 236 a 15 mil 895 entradas. Este aumento fue particularmente notorio en 2023, cuando se dispararon 77% en comparación con 2022.
A pesar de que el principal objetivo de los 10 centros de reinserción es promover actividades que alejen a las PPL de la vida delincuencial y les permitan construir una historia diferente, el resultado del proyecto de reinserción social no se refleja en las detenciones diarias.
DESCENSO DE ATENCIÓN Y MENOS DINERO
Mientras la población encarcelada casi se duplicaba, el Instituto de Reinserción Social, encargado de encaminar a los expresos hacia una vida común y funcional, redujo la atención a los sujetos provenientes de cárceles en 34%. En 2020, se apoyó a dos mil 498 exreos, pero para 2024, esta cifra cayó a sólo mil 49 beneficiarios.
La inconsistencia en la agenda de cuidados se ve agravada por la inestabilidad presupuestaria. En periodos de alta recepción de población carcelaria, el presupuesto para estos programas ha sufrido contracciones de hasta 25%. Específicamente, en 2023, el Instituto de Reinserción Social enfrentó su peor partida presupuestal, con un recorte de 66% en comparación con 2022, limitando la atención a sólo mil 644 personas.
El Proyecto Integral de Reinserción Social (PIRS), diseñado para reforzar valores, hábitos positivos y desarrollar habilidades, ha visto un descenso de 82.9% en la atención a personas liberadas desde su inicio en 2022. Fue así que en 2023, sólo el 14.2% de la población atendida se benefició de estas tareas integrales de cuidados.
FRACASO FRENTE A LA REINCIDENCIA
La falta de efectividad de los programas de reinserción, que incluyen talleres de resiliencia y capacitaciones, se evidencia en el fenómeno de la "puerta giratoria". Personas que cometen delitos de alto impacto, e incluso líderes de cárteles, acumulan hasta cinco ingresos al sistema penitenciario, sin que la experiencia de la privación de la libertad influya en su decisión de no reincidir.
Entre los ejemplos de reincidentes se encuentran figuras criminales notorias:
• David Omar “N”, alias “El Piwi” (miembro de La Unión Tepito), acusado de homicidio, cuenta con tres ingresos al Sistema Penitenciario de la Ciudad de México desde 2011, además de múltiples presentaciones ante el Ministerio Público.
• Hugo “N”, alias “El Huguito”, escaló en la organización de Tepito a pesar de haber tenido su primer arresto por robo a los 16 años.
• Axel Esli “N”, también de La Unión Tepito, controlaba extorsionadores y venta de drogas. Fue detenido en 2018, pero quedó en libertad a los 10 meses tras pagar una fianza.
Finalmente, el sistema de reclusión y reinserción, pese a tener como meta orientar a las PPL a dejar la vida delincuencial, no logra que los ciudadanos abandonen la comisión de delitos, lo que se refleja en la inconsistencia de los cuidados y la reducción del apoyo a los expresos.
Con información de La Crónica
IMCM
