Presenta GCDMX plan de ordenamiento territorial; la otra semana lo mandan al Congreso

Redacción

Ciudad de México.- Tras manifestar Claudia Sheinbaum pardo, jefa de Gobierno, que luego de analizar 35 mil observaciones ciudadanas referentes a los impactos del desarrollo urbano, el Gobierno de la Ciudad de México optó por presentar el Plan General de Desarrollo y el Programa General de Ordenamiento Territorial, el cual incluye varias medidas en favor de la población.

En conferencia, la mandataria dijo que luego de integrar las inquietudes planteadas por los citadinos, se acordaron cambios en este esquema de acción, entre los que destaca el respeto a los suelos habitacionales con el fin de que grandes comercios o industrias no puedan ocupar el espacio, así como la prohibición para crear megaobras en lugares de estrés hídrico, principalmente en las alcaldías Iztacalco e Iztapalapa.

Sheinbaum Pardo justificó que este documento se expidió luego de la consulta pública elaborada con la participación los residentes de la entidad y que la propuesta fue revisada por académicos, representantes de pueblos originarios, activistas y funcionarios, por lo que la próxima semana será enviada al Congreso para su aprobación. 

"La Ciudad es de los ciudadanos, no es del gobierno. (...) Que la gente opine qué es lo que quiere para la ciudad", manifestó la morenista.

MILPA ALTA QUEDA EXCLUIDA

Martí Batres Guadarrama, encargado de la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México (Secgob), detalló que como parte de los acuerdos logrados, la alcaldía Milpa Alta queda fuera de estos lineamientos, por lo que no tendrá efectos legales ni administrativos y se mantienen las normas establecidas por el entonces Gobierno del Distrito Federal.

Es decir, esta demarcación encabezada por la morenista Judith Vanegas Tapia no se adecuará al proyecto del Plan General de Desarrollo y del Programa General de Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México, el cual busca establecer un marco de protección para las colonias habitacionales con el fin de que no sean invadidas por grandes edificios corporativos, además de que se pretende que por ley no exista la privatización del agua.

También se incorpora la existencia de uso habitacional puro, la existencia de uso habitacional unifamiliar y que los programas parciales de apoyo a la construcción, como la simplificación, sigan vigentes.

Uno de los alcances que se tendrían si el legislativo ocal da su visto bueno, es que se abre la posibilidad para que en ciertas localidades haya desarrollo de vivienda de interés social, que el suelo de conservación de la capital no se pueda dividir y se establezcan medidas de defensa de propiedad ejidal. 

Con información de El Heraldo de México

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