'Caida de AMLO' en Atlacomulco desata reacciones

Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México.- Durante la madrugada de este inicio de año, la estatua del presidente Andrés Manuel López Obrador amaneció frente a la Terminal de Autobuses en la avenida Isidro Fablea en el suelo y sin cabeza en Atlacomulco, Estado de México. 

De acuerdo con los reportes preliminares, se desconoce quién o quiénes pudieron haber tirado la estatua de AMLO. Se conoce que la efigie fue develada el pasado 29 de diciembre por el presidente municipal de Atlacomulco, el morenista Rodrigo Téllez Monroy.

Asimismo, las autoridades tampoco han emitido algún comunicado sobre este asunto. Sin embargo, la erección de la estatua, así como la "caída de AMLO" en Atlacomulco desató varias reacciones políticas, tanto de la oposición como de políticos y civiles cercanos al partido que abandera López Obrador.

FCH dice que AMLO es como el PRI

El expresidente Felipe Calderón no perdió la oportunidad para comentar el pasado 31 de diciembre que la estatua del presidente representa la "identidad de la 4T", es decir, la continuación del PRI.

"Cada etapa ha tenido la estatua viviente de su líder máximo. Y además… en Atlacomulco", señaló Calderón Hinojosa, mientras refirió a una supuesta evolución política del del PRI y de Morena, es decir, el paso del Partido de Nacional Revolucionario (PNR), al Partido de la Revolución Mexicana (PRM), después el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y por último, un presunto cuarto cambio a Morena.

Ciertos especialistas y políticos hicieron un análisis de la política mexicana actual, donde localizaron algunas similitudes entre la actual administración con los gobiernos del PRI de los años 70s, específicamente durante la administración de Luis Echeverría (1970-1976) y José López Portillo (1976-1982).

Se recuerda que en dicho lapso, aspectos de economía política hicieron eco y abogaron por retornar al otrora nacionalismo revolucionario. Es decir, fomentaron políticas donde el Estado mexicano debía tener mayor ingerencia en el mando de asuntos económicos.

También hubieron rencillas con la iniciativa privada, quienes acusaban desde el entonces Concejo de Hombres de Negocios, que el gobierno mexicana era débil y no incentivaba el desarrollo ecónomico.

En aquellos años, se apoyó la reactivación y mejoramiento de Petróleos Mexicanos y en política internacional Echeverría Álvarez llegó a ser acusado de socialista o comunista por su apoyo al gobierno del izquierdista chileno Salvador Allende.

En aquellos años, la relación política con Estados Unidos fue ríspida en tanto México aún era renuente a ingresar a los antecedentes del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) y tampoco había acuerdos comerciales formales como el actual T-MEC.

"Fue Tartufo": dijo el Jefe Diego

Otro político mexicano polémico y férreo detractor de López Obrador que opinó sobre la caída de la estatua de AMLO fue Diego Fernández de Ceballos. Vía redes sociales aseveró que "Tartufo fue el que destruyó" la estatua. 

En varias ocasiones Fernández de Ceballos ha criticado las políticas públicas y actuación política del presidente mexicano; mientras que lo califica de Tartufo, palabra que significa ser falso o hipócrita.

Fue la oposición

Periodistas a favor de López Obrador también opinaron sobre la caída de la estatua. Por su parte, Epigmenio Ibarra destacó que la derecha política es "capaz de" propiciar actos que, calificó de vandálicos, para desatar presuntas campañas de desprestigio en las redes sociales. 

Otro periodista acusó que, el propio Calderón Hinojosa, fue el presunto artífice de la caída de la estatua de AMLO. 

 Las estatuas y el debate político

El pasado septiembre de 2021 irrumpieron debates ideológicos en torno a la erección de las estatuas y el culto a las personalidades, donde se destacó que aquellas tienen un simbolista histórico que representa el devenir político de una nación.

En México hay infinidad de estatuas de expresidentes y otros personajes que han sido polémicos a lo largo de la historia, como fue el caso de Colón en el Paseo de la Reforma, el cual fue sustituido por una efigie que representa a los pueblos nahuas de la Cuenca de México.

Durante los debates, López Obrador refirió que, según su testamento, pedirá que en ninguna calle o sitio público sea utilizado su nombre para referir a cierta señalización o lugar; asimismo, mencionó que tampoco deseaba que alguna estatua fuera puesta en su honor.