Defiende SRE tradición de asilo político y rechaza ruptura diplomática de Perú
Redacción
Ciudad de México.- El gobierno de México fijó su posicionamiento ante la decisión de Perú de romper relaciones diplomáticas con nuestro país, tras el otorgamiento de asilo político a Betssy Chávez, exprimera ministra del expresidente Pedro Castillo.
Chávez tiene un proceso en su contra por su presunta participación en el intento de golpe de Estado de diciembre de 2022.
Fue en la “mañanera” en Palacio Nacional, donde Roberto Velasco Álvarez, subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), rechazó la decisión del Ejecutivo federal de Perú.
Velasco Álvarez sostuvo que México actuó “de forma pacífica, con un sentido humanitario y en estricto apego al derecho internacional”. Indicó que el apoyo concedido a Chávez en la Embajada nacional en Lima, se realizó en apego a la larga tradición de asilo diplomático y político arraigada en la historia de México y en sus principios humanistas.
FACULTADES DEL ESTADO MEXICANO
Para justificar la decisión, Velasco Álvarez citó bases legales que otorgan facultades al Estado mexicano:
• El Artículo 4 de la Convención de Caracas sobre el asilo político, establece que "corresponde al Estado aislante la calificación de la naturaleza del delito o de los motivos de la persecución". Esto significa, agregó, que México tiene la facultad de determinar si se trata de un caso de persecución política.
• El Artículo 11 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, garantiza que toda persona tiene derecho a buscar y recibir asilo, de conformidad con los tratados internacionales.
• Manifestó que la SRE y la Secretaría de Gobernación (Segob) realizaron una evaluación y decidieron otorgar el asilo a la señora Chávez, quien ha mencionado ser víctima de violaciones a sus derechos procesales y a una persecución política.
RECUERDAN RESOLUCIÓN DE LA ONU
Por otra parte, el funcionario también recordó una resolución de la Asamblea General de la ONU de 1967, la cual estipula que el otorgamiento del asilo político "nunca será considerado un acto inamistoso". Por esta razón, comentó, el gobierno mexicano calificó la postura peruana como injustificada.
Tras conceder el asilo, la SRE notificó oficialmente al gobierno peruano e hizo la solicitud de salvoconducto para facilitar la salida de Chávez del país sudamericano.
Raquel Serur Smeke, subsecretaria para América Latina y el Caribe, subrayó que el asilo político es un derecho humano y uno de los valores más nobles y representativos de México, país que ha protegido a miles de personas perseguidas a lo largo de su historia.
En tanto, Pablo Monroy Conesa, director general para América del Sur, afirmó que México no ha intervenido ni intervendrá en los asuntos internos de Perú, y que su actuación es de principio y congruente con su historia de asilo.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo consideró que la decisión del gobierno de Perú de romper relaciones está "fuera de toda proporción" y aclaró que la relación comercial con Perú sigue adelante.
El rompimiento anunciado es sólo diplomático, y no afecta las relaciones consulares. Monroy Conesa puntualizó que México ha actuado con mesura ante medidas que considera extremas y desproporcionadas, y no ha declarado “persona non grata” a ningún representante peruano, ni ha roto relaciones consulares.
Velasco Álvarez concluyó que, pese a la decisión del gobierno de Perú, la amistad entre ambos pueblos continúa.
IMCM