Ecuatorianos varados en Tapachula recomiendan a sus compatriotas no migrar

EFE

Ciudad de México.- Migrantes ecuatorianos varados en Tapachula, Chiapas, recomendaron este jueves a sus compatriotas no migrar, porque los trámites para regularizar su tránsito y estancia en México están estancados.

Cientos de ciudadanos de Ecuador, al igual que de otros países, están varados en Tapachula, porque el Instituto Nacional de Migración (INM) les da documentos que solo sirven para permanecer en Chiapas, pero les impide avanzar hacia el norte.

La ecuatoriana Aurora Jayak, quien es comerciante de frutas en su país, señaló que este viaje es complicado y pidió a los migrantes que no arriesguen sus vidas porque llegar a Estados Unidos "no es tan fácil" como le contaron otras personas.

La mujer contó que salió de Ecuador para huir de las mafias y buscar seguridad, pero en el sur de México no hay condiciones para trabajar y deben esperar meses para sus trámites migratorios.

Porque ahora los migrantes no se pueden mover de Tapachula, los que evaden los controles se demoran días para llegar a Arriaga, que está a dos horas en autobús", dijo.

Jayak, de 33 años de edad, contó que ella salió con su esposo, cuñado y dos compañeros de viaje, quienes salieron de su país con mil 500 dólares cada uno, pero ahora se les ha terminado el dinero tras padecer extorsiones de la policía en los diversos países que atravesaron.

"Nosotros nos vamos a regresar a Ecuador, veníamos en un grupo bastante grande, pero en el camino se van desintegrando porque no tienen dinero”, añadió.

Su caso refleja un incremento exponencial de la migración de Ecuador en México, que detectó 22 mil 156 ecuatorianos en situación irregular en 2022, un aumento de 1,500% frente a los mil 384 de 2021, según la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob).

Otra historia similar es el de María Fernanda, de 35 años, quien viaja con tres niñas y su esposo, era vendedora ambulante en los semáforos, pero al llegar la pandemia cayó en la pobreza, además padeció la extorsión de las pandillas.

Con un bebé en brazos, narró que se arriesgó a salir de Ecuador, porque no tenía dinero, un problema que se ha agudizado tras llegar a México.

Sigo luchando en Tapachula y seguiré hasta que pueda salir e ingresar a Estados Unidos, aquí esta duro, nosotros estamos durmiendo en la calle, no tenemos nada, ni cobijas, ropa, aquí nos cierran las puertas y no tenemos nada de comida”, lamentó.