El reto de Sheinbaum para 2026 es dar continuidad a la 4T, pero con su propio estilo

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Por Israel M. Campos Montes

Ciudad de México.- Claudia Sheinbaum Pardo asumió la presidencia el 1 de octubre de 2024 con una agenda de continuidad (de la llamada “Cuarta Transformación”), pero también con la necesidad de marcar su propio sello. No obstante, ha heredado múltiples retos estructurales que requieren atención urgente. 

Para 2026, muchos de esos desafíos se convierten en puntos críticos: crecimiento económico bajo, deuda creciente, zona de incertidumbre internacional, cambio climático, inseguridad, entre otros.

PRINCIPALES DESAFÍOS PARA 2026

1. Recuperar el crecimiento económico y mejorar la inversión

Las proyecciones para 2026 indican un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de alrededor de 2.3% para el año que viene, lo que es modesto, tomando en cuenta que el alza histórica ha sido baja: se estima que en el periodo anterior fue de apenas 0.8% anual. 

Por ello, la tarea de la mandataria es atraer inversión privada y extranjera, reactivar la inversión pública productiva y dinamizar sectores clave como las exportaciones, la industria e infraestructura.
Además, tiene por delante el reto de hacer que el país sea competitivo frente a cambios en el comercio internacional.

2. Finanzas públicas, deuda y disciplina fiscal

El nivel de deuda pública es elevado: aumentó hacia 49‑51% del PIB y podría subir aún más. 

A la par heredó un gran déficit fiscal y una empresa estatal como Petróleos Mexicanos (Pemex) con retos financieros enormes.

Uno de los retos es garantizar los programas sociales sin comprometer la sostenibilidad de las finanzas públicas.

También debe evitar que problemas de endeudamiento o falta de control fiscal debiliten la confianza de inversionistas y mercados.

3. Relaciones internacionales y comercio (revisión del T-MEC)

La revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T.MEC) se vuelve un reto estratégico para 2026. México debe prepararse para negociar ante posibles tensiones comerciales. 

Y, es que las relaciones con la Unión Americana, y la inserción de México en cadenas globales de valor, serán clave, tal es el caso de las exportaciones, reglas de origen, laboral y ambiente. 

También la política energética internacional y cambio climático interfieren.

4. Transición energética, cambio climático y modernización productiva

México tiene un rezago en energías renovables: en 2023 solo 28% del total instalada provenía del Registro Estadístico Nacional (REN). 

El reto es compatibilizar el apoyo a entidades estatales como Pemex o la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con una política clara de transición energética más limpia.

Debe modernizarse la productividad, la industria, y adaptarse a la economía global con retos tecnológicos y ambientales.

5. Seguridad, violencia e institucionalidad

Los niveles de violencia, delincuencia organizada, extorsión y trata siguen siendo una carga importante. 

La gobernabilidad, la relación con órganos autónomos e instituciones de justicia, son áreas en las que se requiere refuerzo.

Hay una solicitud de mayor eficacia institucional y coordinación entre niveles de gobierno.

6. Pobreza, desigualdad y servicios públicos

A pesar de ciertos avances, una parte importante de la población sigue en condiciones de pobreza o vulnerabilidad. 

Por ello se debe mejorar la calidad de los servicios públicos (salud, educación, vivienda) es un gran reto. 

Sheinbaum Pardo plantea la “credencialización” del sistema de salud para 2026 como parte de sus metas para abatir las carencias persistentes. 

7. Infraestructura, vivienda y urbanismo

La construcción de vivienda accesible, la modernización urbana, así como las obras de infraestructura estratégicas son otros de los ejes de desarrollo. 

De esta forma urge que integren estas obras con eficiencia, sin sobrecostos y con transparencia, lo cual sería una prueba de gobernabilidad.

8. Credibilidad, gobernabilidad y liderazgo político

Urge que la jefa del Ejecutivo federal mantenga una buena aprobación ciudadana y facilite la acción gubernamental.

Una parte del desafío es diferenciar su gobierno del de su predecesor sin perder la coherencia de su proyecto político. 

Además, deberá gestionar los escollos de corrupción o percepciones de privilegios para reforzar el Estado de derecho.

¿POR QUÉ SON CRÍTICOS ESTOS DESAFÍOS?

Porque 2026 será un año de definición: el paquete económico para ese año ya está en marcha, muchas políticas tienen que rendir cuentas.

Si los resultados son pobres, la legitimidad y la capacidad de los próximos años pueden verse comprometidas.

Externamente, el entorno global es volátil (comercio, energía, geopolítica), lo que exige respuestas ágiles.

Internamente, los ciudadanos esperan mejoras tangibles en su calidad de vida, no sólo anuncios.

RECOMENDACIONES ESTRATÉGICAS

Con base en economistas, algunas recomendaciones estratégicas para enfrentar los retos versan sobre priorizar sectores motores de crecimiento (como tecnología, exportación, infraestructura) para elevar la productividad.

Otro eje es fortalecer la disciplina fiscal: transparencia, control de deuda, evitar desequilibrios.

Negociación internacional proactiva: anticipar la revisión del T-MEC y diversificar mercados.

Impulsar la transición energética con claridad normativa, incentivos a renovables, y mitigación de riesgos para empleo y empresas.

Mejorar la coordinación de seguridad y justicia a nivel federal, estatal y municipal, con métricas claras.

Focalizar la política social y dar seguimiento estrecho a la implementación de servicios de salud, educación y vivienda.

Apostar por una comunicación de resultados: transparencia en obras, rendición de cuentas, combate a corrupción.

Fortalecer la articulación política: lograr consensos legislativos, involucrar a actores productivos, y no depender únicamente del mecanismo partidista.

IMCM

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