En Acapulco, mujeres y niñas están más expuestas a sufrir abusos: ONG

Redacción

Ciudad de México.- Fondo Semillas señaló que debido a que las mujeres están más expuestas a situaciones de abuso sexual y violencia física después de los desastres naturales y a pesar de ello, son quienes brindan respuestas más efectivas y organizadas en contextos de emergencias, es que optó por lanzar su campaña de recaudación #MujeresReconstruyendoGuerrero, ello tras el huracán “Otis” que afectó a esta entidad el 25 de octubre pasado y cuyo saldo de muertes es de 51.

La propuesta, que tiene como objetivo recaudar 20 millones de pesos, inició el 14 de noviembre pasado y terminará el 31 de enero de 2024. 

“Con los recursos obtenidos se abrirá una convocatoria para brindar financiamiento a 20 grupos de mujeres que estén trabajando por la recuperación y reconstrucción de sus comunidades en Guerrero, esto significa iniciativas de 18 a 36 meses”, señaló la ONG feminista en un comunicado.  

También agregó que los grupos que se apoyarán podrán generar iniciativas de autoempleo y reactivación económica comunitaria, por ejemplo: desarrollo de huertos y crianza de aves de traspatio para proveer de alimentación a las familias; capacitación en oficios tradicionalmente asignados a los hombres como carpintería y albañilería, para reconstruir ellas mismas sus viviendas; desarrollo de nuevos emprendimientos. De igual forma podrán brindar atención a la salud emocional y mental, incluidos los trastornos de estrés post traumático, entre otros. 

“Cuando se presenta un desastre en el país, la solidaridad de los mexicanos queda de manifiesto sobre todo al inicio. Sin embargo, cuando deja de existir la percepción de emergencia, los apoyos disminuyen. La recuperación de Acapulco tomará más tiempo y es muy importante sostener el apoyo, es justamente donde la campaña de Fondo Semillas cobra sentido”, señaló en el boletín Gabriela Toledo, codirectora de la organización. 

HAY 14 VECES DE MAYOR RIESGO

De acuerdo con la ONU, las mujeres y niñas enfrentan un riesgo 14 veces mayor de fallecer en desastres naturales debido a desigualdades de género que las dejan sin recursos y herramientas esenciales para sobrevivir. Por ejemplo, en los desastres ocasionados por el ciclón en 1991 que mató a 140 mil personas en Bangladesh, el 90% las víctimas fueron mujeres. En 2008, el 61% de las 130 mil personas muertas o desaparecidas después del ciclón Nargis en Myanmar fueron mujeres.

Al respecto, Fondo Semillas destacó que en estos desastres naturales las necesidades específicas de mujeres y niñas se ignoran y sus contribuciones a la reconstrucción no son reconocidas, lo que agrava las desigualdades y genera violencia en las comunidades, por lo que la organización feminista enfatizó la importancia de apoyar a mujeres y niñas no solo durante, sino también después de estos eventos, ello con la finalidad de garantizarles su bienestar a largo plazo.

“Las mujeres están más expuestas a situaciones de abuso sexual o violencia física. De acuerdo con el Coneval, Guerrero es uno de los estados más pobres y con mayor población indígena en México. Si eres mujer e indígena, tienes 90% de probabilidades de estar en pobreza extrema”, mencionó en el texto Toledo.

ROLES DE GÉNERO TRADICIONALES

Fondo Semillas recordó que en las mujeres recae mayoritariamente el cuidado de la niñez, las personas enfermas y adultas mayores y como resultado de los roles de género tradicionalmente asignados y que aún no se han podido cambiar del todo, las mujeres lideran muchos de los hogares, se encargan de los alimentos, de procurar agua, higiene y salud. 

“Por esta misma situación, cuando se organizan logran tener un impacto en toda la comunidad, sus familias y ellas mismas. Conocen su entorno, los problemas y desafíos que están enfrentando, por lo que les es más fácil organizarse para encontrar las mejores soluciones a problemas comunes”, afirmó Toledo, según consta en el escrito.

La experiencia que Fondo Semillas tiene en desastres demuestra que, a pesar de ser la población más vulnerada, las mujeres son quienes están en la primera línea y brindan respuestas más efectivas y organizadas en contextos de emergencias, además que esas respuestas son respetuosas con el ambiente, los recursos naturales y la vida en general. 

Incluso, las mujeres generan vínculos sólidos que hacen que su trabajo se sostenga en el tiempo y saben reconstruir no solo lo que tenían antes de la emergencia, sino pensar en algo nuevo y mejor.

IMCM