Ciudad de México.- Beatriz Paredes Rangel, senadora del PRI, rechazó que Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, haya recibido presión en la reunión de ayer con 10 exdirigentes del partido para abandonar su cargo.
“No lo interpreto como presión. Fue una sugerencia franca y directa”, expresó la exlideresa priista en entrevista con El Heraldo Radio.
Dijo que fue una reunión “que reivindica que la política se hace dialogando” y señaló que es esencial que siempre haya comunicación, aunque existan diferencias. Sin embargo, reconoció que hubo un diálogo con expresiones duras.
Rechazó que la existencia del Revolucionario Institucional esté en riesgo, como se ha planteado por la pérdida de varias gubernaturas.
NO ES DUEÑO DEL TRICOLOR
Por separado, pero en la misma cadena de comunicación, César Camacho Quiroz, exlíder del instituto, manifestó que la dirigencia priista se ha mostrado preocupada ante la pérdida de 11 gubernaturas en los últimos dos años, al tiempo que subrayó que la plática con Alito fue para analizar los resultados electorales e ir definiendo un plan con miras a las elecciones de 2023 y 2024.
Indicó que Moreno Cárdenas es ahorita el presidente del PRI, pero no dueño de la institución, además, destacó que no solo para los militantes sino para todos los mexicanos es importante contar con un PRI fuerte, que sepa ser oposición y configure una opción real para los ciudadanos con miras a los próximos comicios.
Camacho Quiroz reiteró la necesidad de crear un nuevo plan de acción para su partido, esto debido a que el programa vigente data de 2013, siendo diseñado para un partido en el gobierno, por lo que ahora se debe formar uno nuevo, pero desde la oposición.
Con información de El Heraldo de México
IMCM
