Padre y madrastra de Rafita están prófugos: fiscal de Puebla
Redacción
Ciudad de México. - La titular de la Fiscalía General del Estado de Puebla, Idamis Pastor Betancourt, confirmó que Rafael N y María Elva N, señalados como los principales sospechosos del asesinato del menor Rafael, conocido como “Rafita”, se encuentran prófugos de la justicia. Asimismo, que ya se trabaja en la obtención de las órdenes de aprehensión correspondientes.
Las investigaciones continúan en curso luego de que, en abril de este año, se confirmara la identidad de los restos óseos localizados en el patio de una vivienda ubicada en las calles Río Grijalva y Coatzacoalcos, en la colonia Playas del Sur, Puebla, donde vivían el padre de Rafita y su pareja sentimental, María Elva N, al momento de la desaparición del menor.
La fiscal Pastor Betancourt informó que las hijas de María Elva N, hermanastras de Rafita, también están ilocalizables, lo que podría indicar que toda la familia huyó tras la muerte del menor.
Los restos de Rafita fueron entregados recientemente a su madre biológica, Teresa, quien durante años encabezó su búsqueda. Según la fiscal, el proceso de identificación se demoró debido a que las primeras muestras estaban contaminadas con un hongo rojo, lo que impidió un análisis genético concluyente en un primer intento. Fue necesario realizar una segunda prueba de ADN para confirmar que los restos pertenecían al menor desaparecido desde 2020.
Pastor Betancourt aseguró que la Fiscalía mantendrá abierta la investigación hasta dar con los responsables del homicidio del menor.
Dan último adiós a Rafita
Familiares y amigos despidieron a Rafita con rezos, globos y porras. Una pequeña caja blanca, la fotografía del menor, veladoras y flores formaron el altar en el que su madre, Teresa, pudo darle el último adiós. Posteriormente, los restos del menor fueron llevados al panteón para su sepultura.
Desaparición
Los padres de Rafita estaban divorciados y compartían la custodia. La desaparición ocurrió en 2020, mientras el menor se encontraba en casa de su padre.
La madre del niño inició su búsqueda tras notar dificultades para comunicarse con él y ser alertada por su exsuegra sobre la falta de información del menor.
El padre de Rafita presentó una denuncia posteriormente, aunque usó una fotografía que no correspondía a la del niño. Indicó que lo había enviado a la tienda y que nunca regresó. Al día siguiente, tanto él como la madrastra huyeron.
Fue hasta el 14 de abril de 2024 que, en un tercer cateo a la vivienda del padre, se localizaron los restos del menor.