Redacción
Ciudad de México.- Para el gobierno federal la oposición difunde mentiras sobre la reforma electoral al llamado de “salvar al INE”, dado que asegura que este organismo autónomo no desaparece, sino que se fortalece la autonomía y se permitirá ahorrar más de 10 mil millones de pesos.
Dicha iniciativa fue presentada en abril pasada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró que es una de las tres modificaciones a la Constitución más relevantes de su sexenio, junto con la reforma a la Guardia Nacional y la eléctrica; la primera pasó y la otra fue rechazada.
López Obrador manifestó la semana pasada que de avalarse su planteamiento se dará paso para instaurar una democracia limpia y que nunca más haya fraudes.
Fue así que dijo que el INE se convertiría en el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), además de que se disminuirían de 11 a siete consejeros electorales, eliminar el financiamiento a partidos políticos para actividades ordinarias, así como desaparecer a los llamados legisladores plurinominales.
La propuesta será la segunda iniciativa de reforma de la 65 legislatura y contempla 18 modificaciones a la Constitución y a siete transitorios, por lo que para su aprobación Morena necesitará dialogar y convencer a legisladores de oposición, dado que se requiere que el Congreso de la Unión sufrague con dos terceras partes de los legisladores presentes.
UN PRESIDENTE IGUAL A LOS OTROS
Aunque López Obrador dice que es diferente a los pasados jefes de Estado, lo cierto es que se maneja de la misma forma en cuanto a que cada sexenio se suele impulsar una reforma electoral para perfeccionar el sistema político, por lo que con el tabasqueño no es la excepción.
No obstante, para justificar sus modificaciones, el mandatario asevera que busca que se acaben los fraudes de los que incluso, ha dicho, él padeció, cuando en 2006 le dieron el triunfo a Felipe Calderón Hinojosa.
Según analistas, la intención del tabasqueño busca abaratar el costo de la democracia, por lo que de aprobarse los cambios que propone su iniciativa se podrían lograr ahorros por más de 20 mil millones.
Con la creación del INEC, la autollamada Cuarta Transformación dejaría en este órgano electoral las elecciones en los estados y a nivel federal y promete que mantendría su independencia garantizando los principios rectores de la función electoral.
Otro cambio es cómo se elegirán a diputados. Actualmente se vota uno por cada 252 mil habitantes, pero la propuesta es que se vote a un representante por cada 420 mil ciudadanos, mientras que en el caso de senadores, se pasaría de elegir a uno por cada 984 mil 375 personas a cada millón 312 mil 500 gentes.
También estima el voto electrónico, con lo que establece que se aprovechen las tecnologías de la información y comunicación para facilitar la participación ciudadana en los procesos electorales.
Según el texto presidencial, México cuenta con “asidero legal apenas suficiente para recibir votos de manera digital” y así lo ha demostrado entidades como Coahuila, Ciudad de México, Estado de México y Jalisco.
También establece que para que el resultado de una consulta de revocación de mandato sea vinculante baste con que participe el 33% de la lista nominal y no el 40% —con corte al 28 de octubre la lista nominal del país es de 94 millones 683 mil 507 ciudadanos, por lo que se necesitarían los votos de cerca de 27.5 millones de mexicanos, cifra lejana si se toma en cuenta que en la consulta de juicio a expresidentes de agosto de 2021 participaron poco más de 6 millones de gentes—.
Fiel a su estilo, la autonombrada Cuatroté dio a conocer el pasado jueves 10 puntos para entender en qué consiste la reforma electoral:
No desaparece el INE, cambia de nombre, se llamaría INEC (Instituto Nacional Electoral y de Consultas) que seguirá siendo autónomo.
Reduce el número de diputados de 500 a 300.
Lo mismo pasa con el número de senadores, que pasarán de 128 a 96.
Los consejeros del INEC y magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) serán propuestos por los tres poderes de la Unión y elegidos por medio de voto popular en elecciones abiertas.
Recorta el número de consejeros del INEC de 11 a siete.
Financiamiento público a partidos políticos solo para campañas electorales.
Plantea una reducción a 30 minuto diarios de propaganda política en radio y televisión.
Disminuye la participación en una consulta popular de 40 a 33 por ciento para que sea vinculante.
Elimina los órganos electorales locales.
Implementa el voto electrónico.
IMCM
