Religión de Claudia Sheinbaum: ¿En qué cree la presidenta de México?

A pocos días de que comenzara el sexenio de Claudia Sheinbaum Pardo, primera presidenta de México, sus creencias religiosas comienzan a ser tema de conversación.

¿Qué religión profesa la presidenta?

En una época en la que la religión ha perdido presencia aparentemente, las creencias espirituales de los actores políticos siguen siendo un tema de interés para millones de personas. Tal es el caso de Sheinbaum. quien ha mencionado que no es católica ni profesa otra fe en específico, aunque tampoco se declara atea.

La primera vez que habló abiertamente sobre el tema fue cuando ocupaba el cargo de alcaldesa en Tlalpan. En ese momento, Sheinbaum señaló que no seguía la religión católica ni practicaba ninguna otra.

Posteriormente, en una segunda declaración, destacó sentirse orgullosa de sus raíces judías y de pertenecer a esa cultura, pero explicó que la religión no fue algo que le inculcaron durante su infancia.

“Yo crecí con mis padres ya nacidos en México y crecí sin una religión pero evidentemente la cultura se trae en la sangre y soy cercana porque finalmente en la casa de mis abuelos, como de muchas personas que están aquí, celebrábamos las fiestas judías”, dijo en aquella ocasión al medio Enlace Judío.

Polémica religiosa

Sin embargo, a lo largo de su carrera política, Sheinbaum ha estado envuelta en algunas controversias relacionadas con la religión. Durante su campaña presidencial, utilizó una falda con la imagen de la Virgen de Guadalupe, lo que generó críticas de algunos sectores que la acusaron de "hipocresía" y de un uso político de la religión.

Otro momento relevante fue su visita al Papa Francisco, líder de la Iglesia católica, que cuenta con una gran influencia en México, donde 8 de cada 10 personas se identifican como católicas.

Además, en el marco de su campaña, Sheinbaum visitó la Basílica de Guadalupe y el archivo histórico del recinto, lo que fue interpretado por algunos como un gesto político hacia el electorado católico.

La última ocasión en que la presidenta fue criticada, ocurrió hace unos días, durante una breve ceremonia en el que una mujer indígena le entregó un bastón de mando.