El vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez, consideró que enviar a la Guardia Nacional de Estados Unidos a la frontera con México se traduciría como un severo daño en la relación entre ambos países.
Durante una conferencia de prensa en la Residencia Oficial de Los Pinos, expuso que para México es fundamental el respeto a los derechos humanos de los migrantes, así como un trato digno a los mexicanos que viven en Estados Unidos.
“El gobierno de México ha expresado a Estados Unidos de manera muy puntal que si el anuncio del despliegue de la Guardia Nacional se tradujera en una militarización de la frontera, esto dañaría gravemente la relación bilateral”, afirmó.
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— Eduardo Sánchez H. (@ESanchezHdz) 5 de abril de 2018
De la misma manera, Sánchez Hernández informó que mantendrá una comunicación permanente con el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos para darle seguimiento a la medida implementada por el presidente Donald Trump.
Sin embargo, detalló que determinarán, en función del despliegue de la misma, cuáles serán las medidas apropiadas "para seguir velando por la integridad de nuestros connacionales, el respeto a la soberanía nacional y a la dignidad de los mexicanos".
De igual manera, detalló que la noche del miércoles, el canciller mexicano, Luis Videgaray, conversó con la Secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kirstjen Nilsen, en donde aclararon la situación que se vive.
“Primero, que la llamada Guardia Nacional únicamente realizara labores de apoyo al Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos; dos, que los elementos de la Guardia Nacional no portarán armas ni realizarán funciones de control migratorio o aduanero; y tres, que se trata de un despliegue de la Guardia Nacional de características comparables a las que tuvieron lugar en 2006 durante la administración del expresidente Bush y en 2010, durante la gestión de Barack Obama en operaciones similares a esta”.
