Arde Nepal en protestas, van 25 muertos y provocan la dimisión del primer ministro

Nepal Protestas

Por Noemí López 

Nepal enfrenta una de las crisis más graves de su historia reciente tras una ola de protestas juveniles contra la corrupción que derivaron en disturbios generalizados, ataques a residencias de líderes políticos y edificios gubernamentales, que han dejado al menos 25 muertos desde el lunes. 


Esta mañana se dio a conocer que la renuncia del primer ministro KP Sharma Oli, quien ocupaba el cargo desde julio de 2024.


La capital, Katmandú, se convirtió en epicentro del caos, con incendios en instalaciones estatales y símbolos del poder político. Multitudes irrumpieron en el complejo gubernamental de Singha Durbar, donde prendieron fuego al Parlamento, la Oficina de la Presidencia y el Tribunal Supremo


También fueron incendiadas las residencias del presidente, del primer ministro, de más de dos docenas de ministros y de altos líderes de la oposición.


Los hechos no se limitaron solo a la capital. En Bhairahawa, manifestantes incendiaron el nuevo aeropuerto internacional, mientras que cientos de reclusos escaparon tras la toma de cárceles en varias regiones. Las autoridades ordenaron el cierre de todos los aeropuertos del país hasta el mediodía del miércoles.


Causas del levantamiento juvenil


El estallido de la protesta, conocido en redes sociales como #GenZProtestNepal, tuvo su origen en el hartazgo de la juventud frente a la corrupción gubernamental, la falta de empleo y la creciente desigualdad en el país. Aunque la chispa inicial fue la prohibición de las redes sociales, los organizadores han subrayado que se trata de un movimiento de fondo contra décadas de impunidad política.


Los manifestantes, identificados como parte de la Generación Z, señalaron que el objetivo era realizar manifestaciones pacíficas, pero la represión y el colapso de la seguridad derivaron en disturbios masivos. 


El levantamiento pone de relieve una crisis generacional: miles de jóvenes nepalíes, frustrados por la falta de oportunidades y el desempleo, se han convertido en protagonistas de la mayor ola de movilización desde la abolición de la monarquía en 2008.


Con su renuncia, Oli cierra abruptamente su cuarto mandato. Considerado un político de estilo confrontativo y de gran influencia en la política nepalí, sobrevivió a numerosas crisis parlamentarias, pero no pudo resistir la magnitud del levantamiento popular liderado por jóvenes que exigen un futuro con menos corrupción y mayor acceso a oportunidades.

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