Cáceres.- Una jueza española dictó este jueves prisión provisional comunicada sin fianza para los dos acusados de robar 45 botellas de vino del restaurante Atrio de Cáceres valoradas en un millón 648 mil 500 euros.
Los sospechosos son un hombre de 48 años con doble nacionalidad (rumana y neerlandesa) y una mujer de 28 años originaria de México, que se negaron a declarar en la comparecencia judicial, salvo a preguntas de su abogada, Sylvia Córdoba, centradas en cuestiones de residencia y arraigo.
En declaraciones a la prensa, la letrada dijo que "son inocentes" y no estaban fugados, "slo de vacaciones" en Croacia, donde fueron detenidos.
Córdoba explicó que la Fiscalía había pedido el ingreso en prisión de la pareja, a lo que se opuso la defensa: "No hay riesgo de fuga", argumentó, pues ambos tienen su residencia en Madrid, donde también tienen familia.
Adujo la abogada que el delito del que se les acusa "ha podido ser importante" desde el punto de vista mediático, pero no está justificado como para ingresar en prisión.
A los dos investigados se les imputa un delito de robo con fuerza en establecimiento abierto al público con la posible concurrencia de dos agravantes específicas: el elevado valor económico y el valor cultural y artístico de lo sustraído, informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la región de Extremadura.
La juez tuvo en cuenta el elevado riesgo de fuga y la reiteración delictiva; en el caso del hombre, existe una requisitoria de un juzgado de Madrid por un robo en un establecimiento de la capital española.
Los dos detenidos llegaron a última hora de este miércoles a Cáceres en un vehículo de las fuerzas española de seguridad procedentes del aeropuerto de Madrid.
Los arrestados fueron extraditados por Croacia, donde fueron detenidos a finales del pasado mes de julio en un puesto fronterizo con Montenegro gracias a una ardua investigación de la Policía española en colaboración con Europol e Interpol.
El robo, que pudo ser por encargo, se cometió la noche del 27 de octubre de 2021. Según las investigaciones, la mujer se registró con un pasaporte falso para dormir en el hotel del restaurante y cenar esa noche con otra persona.
Tras la cena, ella distrae a un empleado con la excusa de que le preparen algo de comida para la habitación. El hombre, que ha conseguido la llave de la bodega, en pocos minutos carga las botellas en dos bolsas de viaje y una mochila y cuatro horas después se van con el vino, cuyo paradero se desconoce por ahora.
Entre ellas figura un Montrachet Grand Cru 1999 Magnum, de 25 mil 500 euros, y 38 ejemplares de Romanée Conti, que se ofrecían a 12 mil euros en la carta del restaurante.
