El primer ministro palestino condenó hoy la violencia por parte de ultranacionalistas israelíes

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JERUSALÉN.- El primer ministro palestino, Mohamed Shtayeh, condenó hoy la violencia por parte de ultranacionalistas israelíes ayer en Jerusalén y denunció que Israel "ha cruzado todas las líneas rojas" en la Ciudad Santa y la mezquita de Al Aqsa.

Lo sucedido ayer en la Ciudad Vieja de Jerusalén y sus entornos "es un cambio importante y peligroso en el ciclo de conflicto con la ocupación (israelí)", advirtió hoy Shtayeh durante la reunión de su gabinete de Gobierno, según informó la agencia oficial Wafa.

También aseguró que "Israel ha cruzado todas las líneas rojas" y "acuerdos internacionales" en Jerusalén, con "su reiterada agresión" a la Explanada de las Mezquitas "y su intento de imponer una realidad que contradice" la situación de la parte oriental ocupada de la urbe, que los palestinos reclaman como su capital.

El jefe del Ejecutivo -con autogobierno limitado en zonas reducidas de Cisjordania ocupada- hacía referencia a los incidentes de ayer, en que decenas de miles de israelíes -en su mayoría de extrema derecha y religiosos- marcharon por el barrio musulmán de la Ciudad Vieja para tomar parte en el llamado Desfile de las Banderas.

La marcha, que cada año suele generar tensiones, estuvo marcada por los choques y agresiones contra palestinos, los insultos racistas y consignas como "muerte a los árabes".

Por la mañana, unos 2 600 israelíes irrumpieron en la Explanada de las Mezquitas, lo que generó choques con palestinos. Según medios, fue una de las entradas de judíos al recinto más masiva desde 1967.

Israel conmemoraba ayer la "reunificación" de Jerusalén tras la toma de control de la parte Este de la ciudad en la Guerra de los Seis Días de 1967, que los palestinos repudian, ya que para ellos implica el inicio de la ocupación.

Durante las últimas semanas, el movimiento islamista Hamás amenazó con tomar represalias armadas ante el Desfile de las Banderas, pese a que ayer la jornada transcurrió sin incidentes con Gaza.

Las autoridades israelíes estaban en alerta ante ello, después de que en 2021 esta marcha fuera el detonante final para la escalada bélica entre Israel y las milicias palestinas del enclave, tras el lanzamiento por parte de Hamás de varios cohetes hacia Jerusalén.

Ante los incidentes de ayer, el grupo islamista reaccionó advirtiendo de que lo sucedido en Al Aqsa "no será perdonado" y que reaccionará a lo sucedido "en el momento adecuado".