Madrid, 23 mar (EFE).- España vivió este miércoles una nueva jornada de movilizaciones para reclamar al Gobierno medidas urgentes que frenen la escalada de precios de la energía y los combustibles, en unas protestas sociales a las que se siguen sumando colectivos mientras creen los problemas especialmente en el transporte y el suministro de alimentos.
Las manifestaciones se sucedieron en gran parte del país, al sumarse en esta jornada los principales sindicatos y asociaciones de trabajadores autónomos, consumidores y vecinales, a unas protestas que desde hace días mantienen colectivos de transportistas, pescadores, agricultores y ganaderos.
El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, reiteró su disposición a ayudar a los afectados por esta crisis de incremento de costes, agudizada tras la invasión de Rusia en Ucrania, mientras distintos sectores le exigen que actúe con urgencia sin esperar a un consenso en la Unión Europea (UE) para frenar el encarecimiento de la energía.
LOS SINDICATOS SE MOVILIZAN
En esta jornada fueron los principales sindicatos del país, Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores, los que salieron a la calle.
Con el lema "Frenemos los precios, evitemos la pobreza", denunciaron que como muchas crisis, los principales perjudicados son los más débiles de la sociedad, mientras grandes corporaciones como en este caso las compañías energéticas aumentan beneficios.
Junto con asociaciones de vecinos, consumidores y autónomos, exigieron, un día antes de que se reúna el Consejo Europeo para analizar medidas conjuntas en la UE, ayudas para quienes no pueden hacer frente a gastos esenciales como la electricidad o la cesta de la compra más básica.
La manifestación de Madrid congregó entre "4 mil y 5 mil personas", según fuentes sindicales, para exigir que de forma "urgente" el Gobierno de España y la Unión Europea "actúen de forma contundente".
DIEZ DÍAS DE PARO EN EL TRANSPORTE
Otros colectivos llevan días de paro, como una parte del transporte de mercancías por carretera, que este miércoles cumplió diez jornadas consecutivas de huelga, o la flota de pescadores, amarrada en puerto en buena parte del país desde hace tres días.
El paro de transportistas ocasiona cada vez mayores problemas de desabastecimiento, con industrias agroalimentarias que han tenido que parar y otros que advierten de que no tendrán más remedio que hacerlo, como las multinacionales Danone y Heineken, y pérdidas que solo en los supermercados se estiman en 130 millones de euros al día.
Por parte del Gobierno español están anunciadas ayudas por al menos 500 millones de euros para el sector del transporte, pero es reacio a medidas como una rebaja de impuestos.
El pasado domingo hubo en Madrid una multitudinaria marcha de colectivos como agricultores y ganaderos, mientras que para el viernes está anunciada en la capital de España una manifestación de los transportistas en huelga y para el domingo otra de taxistas, el transporte de viajeros y conductores de ambulancias, entre otros, en la que esperan unos 10 mil vehículos.
Mientras que el sector pesquero tiene previsto decidir en las próximas horas si continúa con el paro de la flota o lo desconvoca y los sindicatos hasta ahora no han planteado una huelga general en el país.
SÁNCHEZ REITERA LA VOLUNTAD DE DIÁLOGO
Este jueves está previsto que el presidente Sánchez y varios de sus ministros se reúnan con el Comité Nacional de Transporte por Carretera, al que reconoce como interlocutor frente a la plataforma que convoca el paro, a la que considera minoritaria y lamenta actos violentos con más de sesenta detenidos.
Sánchez garantizó hoy que el Gobierno está dispuesto a dialogar hasta alcanzar un acuerdo que sea "sostenible desde el punto de vista financiero".
El presidente manifestó que empatiza con la situación que afecta a distintos sectores por el alza "desbocada e insostenible" de precios de la energía y los combustibles a causa de la guerra en Ucrania. EFE
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