Europa amplía el servicio militar a mujeres ante el riesgo de nuevos conflictos

Mujer con arma

Redacción.- La escalada de tensiones entre Rusia y Occidente ha llevado a varios países europeos a revisar sus políticas de defensa y considerar medidas inéditas, como la inclusión de mujeres en el servicio militar obligatorio, con el objetivo de fortalecer la autonomía militar del continente.

La guerra en Ucrania ha sido un punto de inflexión: más de 70 mil mujeres forman parte de las fuerzas armadas ucranianas, incluyendo 5 mil en el frente de combate, un ejemplo que ha inspirado reformas en otros países.

Dinamarca implementa reclutamiento obligatorio para mujeres

A partir del 1 de abril de 2026, Dinamarca se convertirá en el primer país de Europa Occidental en hacer obligatorio el servicio militar para las mujeres.
Todas las danesas que cumplan 18 años deberán acudir a un centro de evaluación militar y participar en una lotería de reclutamiento, bajo las mismas condiciones que los hombres.

La medida busca aumentar el número de reclutas y reducir la dependencia militar europea de Estados Unidos. La decisión, adoptada en 2024, sigue el modelo de países nórdicos como Noruega y Suecia, donde la igualdad de género en la defensa nacional es una política consolidada.

Sin embargo, el cambio ha generado opiniones divididas entre las jóvenes danesas. Algunas ven la medida como un paso hacia la igualdad, mientras que otras expresan temor ante la posibilidad de participar en conflictos armados.

Países nórdicos y bálticos lideran la transformación

Noruega fue el primer país europeo en establecer un servicio militar sin distinción de género en 2013, seguido por Suecia en 2017.
En Países Bajos, una reforma de 2020 incluyó a mujeres en el registro militar, aunque el servicio sigue siendo voluntario.

En los países bálticos, la situación geopolítica impulsa un debate más intenso. Letonia, que reintrodujo el reclutamiento masculino en 2023, analiza aplicar la medida a las mujeres en 2028.
El ministro de Defensa, Andris Spruds, ha defendido un enfoque “neutro en cuanto al género” para reforzar la defensa integral.

Los analistas advierten que factores demográficos también presionan esta decisión: con tasas de fertilidad inferiores a 1.4 hijos por mujer, los países bálticos podrían enfrentar escasez de reclutas en las próximas dos décadas.

A pesar de los argumentos estratégicos, las encuestas reflejan que la mayoría de la población en Estonia, Letonia y Lituania aún no respalda plenamente el reclutamiento femenino obligatorio.

Desafíos logísticos y culturales

Expertos señalan que la incorporación masiva de mujeres implica cambios estructurales en la infraestructura militar. Los ejércitos necesitarían nuevos cuarteles, instructores y equipamiento adaptado, así como políticas para garantizar la seguridad y la inclusión dentro de las fuerzas armadas.

En Dinamarca, una encuesta del Ministerio de Defensa reveló que el 20% de las mujeres en servicio reportó acoso sexual o conductas inapropiadas en el último año, lo que ha impulsado reformas para mejorar el ambiente institucional.

Mientras tanto, en Letonia y Lituania continúa el debate político, y en países como Alemania y Francia resurgen propuestas para reintroducir el servicio militar obligatorio o voluntario, adaptado al contexto actual de seguridad europea.

Un nuevo paradigma en la defensa europea

El avance de estas políticas refleja un cambio estructural en la seguridad del continente. Con Estados Unidos cada vez menos dispuesto a intervenir directamente en conflictos europeos, los gobiernos del continente buscan una defensa más autosuficiente.

El modelo nórdico, que promueve la igualdad de deberes y derechos en la defensa nacional, se perfila como un referente para una Europa que enfrenta nuevas amenazas y una redefinición del papel de las mujeres en el ámbito militar.

Síguemos en Google News