Francisco y Mujica: Dos gigantes de la sencillez que partieron en 2025

Papa Francisco y José Mujica

Redacción

El año 2025 marcó un punto de inflexión en la historia reciente, no solo por los eventos políticos y sociales que lo han configurado, sino por la partida de dos figuras globales cuya influencia trascendió la fe y la ideología: el papa Francisco y el expresidente uruguayo José "Pepe" Mujica. Ambos, fallecidos con pocas semanas de diferencia, dejaron tras de sí un poderoso legado de humanidad y humildad, desafiando los paradigmas del poder y la opulencia.

Francisco: El pontífice de los pobres y marginados

El luto en la Iglesia Católica se instauró el lunes 21 de abril de 2025, cuando el papa Francisco falleció a los 88 años de edad. El Vaticano confirmó que la muerte, ocurrida en su residencia de Casa Santa Marta a las 7:35 horas locales, fue causada por un ictus cerebral que derivó en un coma y un fallo cardiocirculatorio irreversible. Esta defunción se produjo después de más de dos meses de problemas respiratorios graves, incluyendo una neumonía bilateral y bronquitis múltiple, que lo mantuvieron hospitalizado durante 38 días.

La tristeza se apoderó de la Plaza de San Pedro, que se llenó de miles de fieles para rendir homenaje al primer pontífice sudamericano de la historia. El camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrel, anunció con profundo dolor que la vida de Francisco estuvo "dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia" y que enseñó "el valor del evangelio con fidelidad, valor y amor universal y en manera particular a favor de los más pobres y marginados". Para los latinoamericanos, su muerte fue una noticia muy sensible, ya que representó al continente muy bien en el mundo por su sencillez y su humildad.

Papa Francisco
EFE

El legado de Francisco se define por su impronta reformista, su enfoque en la caridad y su confrontación con el ala más conservadora de la Iglesia. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, lo describió como un humanista comprometido con los pobres y la paz. 

A pesar de la oposición, el papa defendía la transparencia en la crítica, diciendo: "Yo lo único que pido es que las críticas me las hagan en la cara, porque así crecemos todos". El pontífice, que sucedió a Francisco (2013-2025), el 8 de mayo, fue el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost, quien tomó el nombre de León XIV.

Mujica: La austeridad como bandera moral

Apenas unas semanas después, América Latina y el mundo se unieron en una sentida despedida a José 'Pepe' Mujica, expresidente de Uruguay, quien falleció el martes 13 de mayo de 2025 a los 89 años. Su deceso, un año después de que le diagnosticaran un tumor maligno en el esófago que en enero de 2025 se había expandido al hígado, fue lamentado por líderes de todo el espectro ideológico.

Mujica fue catalogado como un "ejemplo", un "faro" y una inusual voz de consenso gracias a su coherencia y a su humanidad. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, resumió su vida: "Su vida fue un ejemplo de que la lucha política y la ternura pueden ir de la mano. Y de que el coraje y la fuerza pueden ir acompañados de humildad y desapego".

Su estilo de vida sobrio, su negación a vivir en la residencia presidencial, el uso de su fusca celeste y la decisión de donar la mitad de su sueldo a un programa de vivienda, le valieron el reconocimiento internacional como "el presidente más pobre del mundo". Mujica, sin embargo, redefinió la riqueza al manifestar su famosa filosofía: "Yo no soy pobre, pobres son los que quieren más".

Pepe Mujica
EFE

El uruguayo, descrito como un "viejo sabio de la tribu" y un hombre "liviano de equipaje, pero cargado de utopías", dejó incontables reflexiones sobre el valor del tiempo y la crítica al consumismo. 

Una de sus frases más recordadas es un llamado a la libertad personal frente al materialismo: "Cuando tú compras algo no lo compras con plata, lo compras con el tiempo de vida que tuviste que gastar para tener esa plata, pero con esta diferencia, la única cosa que no se puede comprar es la vida, la vida se gasta y es miserable gastar la vida para perder libertad".

El presidente boliviano, Luis Arce, enfatizó que el "hermano y compañero" Mujica era un "verdadero faro de esperanza, humildad y lucha por la justicia social". Su legado, afirmaba Arce, perdurará "recordándonos siempre la importancia de no claudicar en nuestra misión de alcanzar un mundo más justo y solidario".

Legado compartido: La humanidad como brújula moral

Aunque venían de mundos aparentemente dispares —la cabeza de la Iglesia Católica y un exguerrillero de izquierda—, Francisco y Mujica compartieron el escenario mundial como dos de los líderes más auténticos y moralmente influyentes de su tiempo. Ambos fueron referentes de la sencillez y la coherencia ética, destacando el valor de lo inmaterial frente al "dios mercado" que organiza la economía y la vida.

La vida de Mujica demostró que es posible dejar las armas entendiendo "que la paz era lo más importante, lo más revolucionario en una sociedad". Su existencia fue un testimonio de que se puede ser "un ejemplo de austeridad en una sociedad que premia a quienes amasan fortunas". Por su parte, Francisco, con su enfoque en los marginados, mostró que la fe debe estar enraizada en la acción social.

Ambos nos recordaron que la vida es un milagro y que la búsqueda de la felicidad reside en la sobriedad y el desapego. Su partida en 2025 deja un vacío inmenso, pero también una enseñanza profunda y un referente moral incombustible sobre la importancia de la humanidad y la humildad en el ejercicio del liderazgo.

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