Israel intercepta la Global Sumud Flotilla y bloquea ayuda humanitaria a Gaza

Global Sumud Flotilla

Jerusalén.- La Armada israelí llevó a cabo la intercepción de la flotilla humanitaria internacional conocida como Global Sumud Flotilla. Esta flota, compuesta por más de 40 barcos y más de 500 voluntarios, navegaba con el objetivo declarado de romper el bloqueo naval impuesto sobre el territorio palestino y entregar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.

La acción se produjo minutos después de que la flotilla denunciara haber detectado docenas de embarcaciones no identificadas a pocas millas náuticas de distancia. La tripulación había sido avisada previamente para que se preparara para la intercepción o un posible abordaje.

La interceptación en aguas internacionales: Un acto controversial

La Global Sumud Flotilla fue interceptada aproximadamente a las 13:00 horas (tiempo de México). Aunque los participantes habían superado la zona de exclusión marcada por Israel (120 millas náuticas), encontrándose en aguas internacionales, el Ejército hebreo procedió a la detención de los navíos. La flotilla fue finalmente interceptada a unas 80 millas náuticas de Gaza.

El Ejército de Israel emitió un mensaje a la tripulación pidiéndoles que no avanzaran, ya que estaban entrando en una "zona de conflicto activo". Israel responsabilizó a la flotilla de las consecuencias de su avance.

Acusaciones de crímenes de guerra y violación del Derecho Internacional

Los activistas a bordo de la flotilla no acataron la orden y respondieron a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) subrayando que Israel está violando el Derecho Internacional. Los participantes caracterizaron la acción israelí como una intercepción ilegal, describiendo la situación como un secuestro contra su voluntad.

Un portavoz de la flotilla enfatizó que Israel está cometiendo crímenes de guerra, entre otras cosas, al usar el hambre como arma de guerra.

La activista Greta Thunberg, quien se encontraba a bordo del barco Alma de la flotilla, grabó un video antes de la probable intercepción, advirtiendo que la acción militar "constituiría una flagrante violación del derecho humanitario y de la ley del mar".

“Israel no es inmune al derecho internacional; debe rendir cuentas por sus crímenes de guerra. Hay que detener el genocidio, detener la oposición y liberar a Palestina", advirtió.

Según el Artículo 92(2) de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, los buques en alta mar están sujetos a la jurisdicción exclusiva de su Estado de bandera. Por lo tanto, dado que ninguno de los barcos navegaba bajo la insignia israelí, la intervención en aguas internacionales podría considerarse ilegal.

La versión de Israel y la mediación internacional

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel emitió una declaración caracterizando la flotilla como una provocación vinculada a Hamás. Según la posición israelí, el propósito de la flotilla “Hamás-Sumud era puramente provocativo y no humanitario”.

Las autoridades israelíes indicaron que habían ofrecido vías pacíficas para entregar la ayuda humanitaria. Se informó a los barcos que se estaban aproximando a una zona de combate activa y que estaban violando un bloqueo naval que Israel considera legítimo.

Las autoridades israelíes reiteraron la oferta de transferir cualquier ayuda de manera pacífica a través de canales seguros hacia Gaza, mencionando ofertas coordinadas con Italia, Grecia y el Patriarcado Latino de Jerusalén. Sin embargo, los cooperantes rechazaron estas ofertas.

Tensión a bordo y la presencia de activistas notables

La situación a bordo de las embarcaciones se volvió tensa antes y durante la intercepción. En los últimos minutos, las embarcaciones de la flotilla sufrieron interferencias en las comunicaciones. 

La conexión con varios barcos se interrumpió, incluyendo las transmisiones en vivo y el contacto con el corresponsal Hayat Yamani a bordo del Sirius.

Ante la inminencia del abordaje, los pasajeros del barco Alma y otras embarcaciones se sentaron en la popa con los chalecos salvavidas puestos, listos para una posible intervención.

Entre los participantes destacados de la flotilla se encontraban:

  • Greta Thunberg: La activista a bordo del buque Alma.
  • Ada Colau: La exalcaldesa de Barcelona, que viajaba a bordo del barco Sirius.
  • Políticos italianos: 58 ciudadanos italianos, incluyendo las eurodiputadas Benedetta Scuderi y Annalisa Corrado, el diputado Arturo Scotto y el senador Marco Croatti.

El Gobierno de Italia, a través del ministro de Exteriores Antonio Tajani, negoció con el Gobierno de Israel para asegurar que los miembros italianos de la flotilla fueran trasladados a Israel "sin violencia" y posteriormente expulsados por vía aérea. 

Tajani había pedido que no hubiera acciones violentas por parte de las Fuerzas Armadas de Tel Aviv, y esta fue una promesa asegurada.

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