Los sindicatos franceses, en la Asamblea para impedir la reforma de pensiones

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París.- Los líderes de los sindicatos franceses acudieron este jueves a la Asamblea Nacional a escasas dos horas de la votación definitiva sobre la reforma de las pensiones para pedir a los diputados que "voten contra este proyecto brutal e injusto".

Philippe Martínez, líder de la Confederación General del Trabajo (CGT, segunda central del país) se salió del discurso consensuado y avanzó que quiere que continúe la protesta en la calle aunque el Parlamento dé la luz verde final esta tarde al proyecto de ley de reforma.

"La movilización continuará", aseguró en declaraciones a los medios Martínez, precisando que esa es la posición de la CGT, y no necesariamente del conjunto de los sindicatos, que se reunirán esta tarde y tal vez de nuevo mañana para decidir qué harán a partir de ahora. A su parecer, "tiene que haber una generalización de las huelgas".

A su lado, el secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT, primera central de Francia), Laurent Beger, no quiso adelantar cuál será la estrategia conjunta, aunque dio por hecho que "decidiremos juntos lo que haremos" y, en cualquier caso, afirmó que la votación de esta tarde en la Asamblea Nacional "no hará que el movimiento social se calle".

Berger se esforzó en subrayar el mensaje a los diputados para que rechacen la reforma, que esta mañana ya fue adoptada en el Senado.

Los diputados -argumentó- "no son representantes de un partido político, sino de los ciudadanos" y una mayoría de la población rechaza esta reforma, cuyo eje principal es el retraso de la edad mínima de jubilación de los 62 años actualmente a 64.

En su comunicado conjunto, leído por François Hommeril, secretario general de la CFE-CGC, los ocho sindicatos firmantes afirman que "el 70 % de la población" y "el 85 % de los trabajadores" se oponen a la reforma.

También avisan de que si los diputados la aprueban en esas condiciones, "está en juego la confianza que los ciudadanos pueden tener en las instituciones de la República".

Cuando los líderes sindicales hacían estas declaraciones en las puertas de la Asamblea Nacional, todavía no era seguro al 100 % que los diputados votarán el texto ya aprobado en el Senado, ya que existe la posibilidad de que el presidente, Emmanuel Macron, active un mecanismo constitucional, el artículo 49.3, para adoptarlo sin someterlo a los diputados ante el riesgo de que no tenga mayoría.

De hecho, Macron reunió a mediodía a miembros de su gabinete y de su partido para evaluar la posibilidad de recurrir al 49.3, que daría la posibilidad a la oposición de presentar mociones de censura que se debatirían en un plazo de 48 horas, y abriría las puertas a una crisis de Gobierno.

Berger afirmó que "terminar todo este proceso con un 49.3 será un verdadero vicio democrático". Martínez señaló que sería "la demostración de que el Gobierno no tiene mayoría" y "representaría para nosotros una falta de respeto por la democracia".