Presidente sudafricano y Zelenski hablan sobre 'salida negociada' a la guerra

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Johannesburgo.- Cyril Ramaphosa, el presidente de Sudáfrica, país cuya posición respecto a la invasión rusa de Ucrania ha sido criticada y tildada de equidistante, conversó por teléfono con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, sobre la necesidad de una "salida negociada" a la guerra.

"Tuve una conversación telefónica con el presidente Volodímir Zelenski de Ucrania para abordar el conflicto en Ucrania y su trágico coste humano, así como sus ramificaciones globales", confirmó hoy Ramaphosa a través de la red social Twitter.

"Estamos de acuerdo en la necesidad de una salida negociada a la guerra, que ha tenido un impacto en el lugar de Ucrania en las cadenas globales de suministro, incluyendo su posición como un gran exportador de alimentos a nuestro continente", dijo el mandatario.

"El presidente Zelenski anticipa relaciones más cercanas con África en el futuro", añadió Ramaphosa.

Según confirmó al diario sudafricano TimesLive la embajadora ucraniana en el país, Liubov Abravitova, la llamada tuvo lugar la tarde del miércoles.

"Tuve una conversación telefónica con Cyril Ramaphosa. Le hablé sobre nuestra resistencia a la agresión rusa. Hablamos sobre la amenaza de una crisis alimentaria global, la profundización de las relaciones con la República de Sudáfrica y la cooperación en las organizaciones internacionales", escribió por su lado Zelenski en Twitter a última hora de ayer.

El Gobierno sudafricano, aliado histórico de Rusia y su socio en el bloque BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica), reclamó la "retirada" inmediata de las tropas rusas el mismo día en que comenzó la guerra, el pasado 24 de febrero, a través de un comunicado del Ministerio de Relaciones Internacionales del país.

Sin embargo, desde entonces, Pretoria ha ido suavizando su postura, absteniéndose en las recientes votaciones de Naciones Unidas contra Rusia, para condenar la invasión y para suspender a Moscú del Consejo de Derechos Humanos.

Esta posición está relacionada no sólo con el papel estratégico, político y económico que Rusia tiene para buena parte de África, sino también por motivos históricos como su apoyo a los movimientos de liberación de los pueblos africanos en el siglo XX, y a la lucha contra el "apartheid" en la propia Sudáfrica.

A principios de abril, sin embargo, el Gobierno sudafricano aseguró que no justifica la "intervención militar" de Rusia en Ucrania.

"Nuestra posición no-alineada no significa que justifiquemos la intervención militar de Rusia en Ucrania, que ha violado el derecho internacional", dijo la ministra sudafricana de Relaciones Internacionales y Cooperación, Naledi Pandor.

El pasado 11 de abril, Zelenski conversó con el presidente de turno de la Unión Africana (UA) y jefe de Estado senegalés, Macky Sall, a quien solicitó hacer una comunicación ante la organización panafricana, después de haber intervenido virtualmente en parlamentos de todo el mundo.

Tanto la ONU como organizaciones no gubernamentales han advertido de que esta guerra está empeorando la situación alimentaria a nivel mundial, afectando a regiones vulnerables como África.

La guerra ha generado interrupciones en las cadenas de suministro globales y podría provocar que los precios de los alimentos en todo el mundo aumenten un 20 %, según la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Los principales importadores africanos de productos como maíz o trigo de Rusia y Ucrania y que, por tanto, se pueden ver más afectados, son Egipto, Etiopía, Kenia, Libia, Marruecos, Nigeria, Senegal, Sudáfrica, Sudán y Túnez, de acuerdo a la ONU.

Otro efecto de la guerra en Ucrania para África es una fuerte caída de la ayuda internacional, pues muchos donantes han indicado que recortarán su financiación para el continente en favor de las necesidades del país europeo.