Ankara.- Al menos 31 mil 643 personas han fallecido y otras 80 mil han resultado heridas en los terremotos de magnitud 7.7 y 7.6 que afectaron el sureste de Turquía y que también dejaron un mínimo de 3 mil 575 muertos en Siria.
Las labores de búsqueda y rescate continúan en las diez provincias más afectadas, donde se han derrumbado miles de edificios. A pesar de los esfuerzos, aún se están localizando víctimas con vida entre los escombros.
Este mañana, varias personas han sido rescatadas con vida, incluyendo a una mujer de 40 años en la ciudad de Gaziantep y un hombre en Antakya. Los expertos han pedido precaución en las labores de desescombro, tanto por la posibilidad de que haya más supervivientes como para no dañar los cadáveres de las víctimas.
El incumplimiento de las normativas de construcción y las sucesivas amnistías otorgadas por el Gobierno a edificios levantados sin licencia han sido denunciados como la principal razón de la enorme tragedia. El presidente de la Unión de Cámaras de Arquitectos e Ingenieros de Turquía ha declarado que durante los 20 años que lleva en el Gobierno el AKP, se han producido ocho grandes legalizaciones de edificios "inseguros, podridos e ilegales".
Las autoridades turcas han informado que unas 158 mil personas han sido evacuadas a otras provincias. En Siria, tanto el Gobierno como la organización de rescatistas cascos blancos han dejado de actualizar sus balances de víctimas. Mientras tanto, el Gobierno de Salvación de la alianza islamista Organismo de Liberación del Levante asegura que en solo en sus zonas se han registrado más víctimas de las reportadas por los cascos blancos.
Es importante destacar que durante la campaña para las elecciones presidenciales de 2018, el presidente Erdogan anunció que se habían resuelto los problemas de viviendas de cientos de miles de ciudadanos gracias a lo que llamó "paz de construcción". Sin embargo, la realidad ha demostrado que estos problemas persisten y continúan poniendo en riesgo la vida de las personas.
Este trágico suceso ha dejado a la comunidad internacional consternada y solidaria con las víctimas y sus familias. Continuaremos monitoreando
