La artista santafesina Natalia Simoncini regresa al escenario con un íntimo concierto acústico vía streaming que tituló “Cantar para Contar”, con el que buscará llevar hasta los hogares, el próximo sábado 17 de octubre a las 07:00 pm, una velada llena de trova y rock folk, fusionados con sonidos latinos.
Por María Fernanda Delgado
La cantautora argentina Natalia Simoncini, a quien cuya fama como “La Dama del Folk- Rock” precede, regresa, después de dos exitosas presentaciones en casas de cultura nacionales, con un concierto en virtual titulado “Cantar para Contar”, el próximo 17 de octubre; así como “Soledad”, su más reciente sencillo.
El show, que promete el despliegue escénico y la calidad habituales de sus presentaciones en vivo, incluirá un repaso por temas de su autoría, grandes canciones latinoamericanas, así como temas de su más reciente material discográfico, “Luna de Sal”.
“(...) Me gusta reír en un concierto, me gusta que las canciones me emocionen también. Me gusta irme de un concierto que nos haya dejado algo a todos, más allá de los criterios sobre los gustos; disfruto el pararme junto al oyente, más allá de ser la persona que hace canciones, y ponerme en el lugar de quien las recibe, componer las canciones que también quiero escuchar”, compartió la cantante.
CANTAR PARA CONTAR HISTORIAS
Simoncini, quien ya tiene un par de años radicando en nuestro país y coopera activamente en la vida cultural mexicana, es una intérprete de talla internacional que desde sus inicios ha compartido escenario con figuras como Mercedes Sosa, Jaime Torres y Carla Pugliese; sin contar su participación en La Voz, como coach musical.
“Nos ponen del lado de la trova, creo que por una cuestión de edad, yo tengo 43 años y vengo del proceso histórico de mi país, y de Latinoamérica, donde han habido muchos golpes de estado; todo eso es un bagaje histórico desde el cual una no puede alejarse.
“En mi caso ha sido una gran referente Mercedes Sosa. La nombro a ella por citar a alguien de mi país, pero también puedo nombrar a Violeta Parra en Chile, o a Amparo Ochoa aquí (…) Me encanta la música diversa, escuchar a Sting, Ella Fiztgerard, Joan Baez, Amy Winehouse, y a todas esas intérpretes que han logrado colarse más allá del oído; la buena música en general”, declaró.
Pero a pesar de sus “credenciales”, Natalia prefiere verse a sí misma como “una mujer que ama la vida”, cuya historia ha estado ligada a la música, el arte y el activismo desde su más tierna infancia.
“Bueno, algunas veces he escuchado de otros artistas esta pregunta, y, vos sabés, esta es una respuesta que muchas veces he escuchado también, creo que la música me ha elegido a mí. Es muy fuerte lo que te digo, pero tuve una convicción desde muy pequeñita con esto, nunca me planteé si quería hacer otra cosa”, compartió.
Y su música refleja una singular cosmovisión, pues, además de permitirse experimentar con todo tipo de géneros musicales, (y conseguirlo exitosamente por cierto), su sonido incluye un extenso número de influencias latinas unidas de forma magistral, logrando hacer de su propuesta una experiencia única.
“Mi música es diversa. No me he querido encasillar en un estilo en particular, porque, a veces para bien, a veces para mal, el mercado musical tiende a encasillar muchísimo a los artistas en estereotipos. (...)Las canciones y letras que escojo, siempre tienen un contenido con una raíz en la música popular, sobretodo de Latinoamérica. Creo que la vida y las personas somos diversos, por eso para mí, siempre, como concepto, el arte debe atravesar este mundo de posibilidades”, señaló la artista.
