Hace un par de días, la Barra Mexicana, Colegio de Abogados (BMA) que encabeza José Mario de la Garza Marroquín propuso una fórmula para que los partidos políticos materialicen la reasignación de recursos (no donación, pues el dinero es de nosotros los ciudadanos) hacia los damnificados de los terremotos del pasado septiembre. La propuesta es, a grandes rasgos, la siguiente:
1. Que cada partido político, por escrito y públicamente, renuncie a un porcentaje considerable del financiamiento público de los recursos asignados para gasto ordinario y para gastos de campaña.
2. Que la efectividad de esta renuncia esté condicionada a que, en un plazo de treinta (30) días naturales, se aseguren de:
a. Que todas las autoridades con facultades para determinar el marco normativo del financiamiento público a los partidos políticos realicen los actos de iniciativa o aprobación necesarios para que los Recursos para Gastos Ordinarios y de Campaña tengan el destino de apoyar a losdamnificados por los sismos ocurridos en septiembre de 2017.
b. Que el ahorro de los Recursos para Gastos Ordinarios y de Campaña se asigne al Fondo Nacional de Desastres Naturales para el Apoyo a los Damnificados.
3. Que en el marco de las iniciativas de reforma política que se han presentado, cada partido político y sus fracciones parlamentarias en las Cámaras del Congreso de la Unión y las legislaturas de las entidades federativas se comprometan a realizar un análisis serio y responsable sobre reestructurar los órganos legislativos a nivel federal y local, así como la conveniencia de eliminar o no, total o parcialmente, la representación proporcional, garantizando los principios constitucionales de equidad y representación en la contienda electoral.
Las dirigencias de los partidos políticos ya tienen la propuesta de la BMA: ¿y el dinero, cuándo?
