Posicionamientos

Conforme se acercan las elecciones de Presidente, gobernadores, senadores, diputados federales, entre otros, sectores que usualmente no se ocupan de asuntos de gobierno ahora participan. A pesar de que en un régimen democrático debería existir mayor interés de los ciudadanos en asuntos públicos, quienes leemos periódicos locales y nacionales vemos que no es así. Grupos que buscan continuar en el gobierno o  quienes ahora pretenden ser parte del mismo critican que “ajenos” participen en temas electorales más allá de votar. Algunos partidos políticos reprueban que personas privadas participen en las
campañas electorales.

Recientemente, empresarios (que dan empleos a una gran cantidad de mexicanos) señalaron los puntos que consideran importantes en la elección de 2018. Hicieron énfasis en: educación, inversión extranjera, certidumbre para inversión privada, entre otros.
Recalcaron que no se debe hacer a un lado todo lo que se ha avanzado en estas materias. Afirmaron que se debe trabajar sobre lo que hoy existe. En breve, fijaron su  postura en relación a lo que se espera del gobierno que iniciará en diciembre de 2018.

Lamentablemente, la proactividad del sector privado fue criticada por ciertos políticos. Se les cuestionó su afinidad por un partido político, su financiamiento a éste y las críticas que hicieron al proyecto de Nación que se propone por otros partidos. Independientemente de que en México debe permitirse la libertad de ideas, las propuestas fueron descartadas debido a que cuestionan abiertamente lo que un candidato propone. La tolerancia y respeto a la discusión se pretenden hacer a un lado.

Un gran político dijo que el pasado es el prólogo. Aún cuando faltan menos de dos meses para la elección, me pregunto: ¿se repetirán los errores de 2006 y 2012? ¿Aún habrá cabida para caídas o subidas considerables en las encuestas? ¿Las posturas de empresarios tendrán la fuerza política para influir en una elección? Sin duda, estamos
frente a dos proyectos de Nación.

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