Primero la persona

Existen varias organizaciones, escuelas y universidades que ofrecen la certificación (materia, curso) en la Gestión y Administración de Proyectos. Sus programas de estudio son muy similares (casi idénticos). En todos ellos la promesa de aprendizaje es puntual: el participante desarrollará proyectos conforme a los pasos de una metodología determinada, pero siempre alineados con la visión empresarial.

¿Y si no existe tal visión? ¿O, vamos, sí existe pero la alta dirección practica una doble moral? ¿Cómo? Digamos que es una empresa con una cultura organizacional digna de ser un caso de éxito en cualquier libro de management, pero que sin dudarlo –a la primera– sus directivos aceptan terrenos o ayudas gubernamentales que surgen de afectar el patrimonio de comunidades en condición de pobreza u otros grupos vulnerables.

¿Qué dicen los libros y metodologías de gestión de proyectos al respecto? En el mejor de los casos advierten a los “proyectistas” que atiendan la dimensión de los riesgos. Que tengan mucho cuidado al evaluar los aspectos que pondrían en jaque su estrategia de negocio. Que consideren cualquier detalle que afecte la rentabilidad de su proyecto. Y nada más.

Pero… ¿Y si el proyecto, muy rentable para la empresa, afecta recursos naturales no renovables? ¿O tiene el poder de extinguir tradiciones centenarias, usos y/o costumbres que forman parte de un patrimonio cultural inmaterial? ¿Qué dice su metodología o sus libros técnicos a los nóveles project managers?

Si tomamos como base la historia empresarial de los últimos años, es decir, los hechos puros y duros, entonces les explican muy poco. Espero –casi como un acto de fe– que los estudiantes de las maestrías de negocios [y sus abogados] comprendan (a la mayor velocidad posible) que el fin último de la competencia económica es la persona, no el dinero.

* El autor es abogado, periodista y administrador. Miembro de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados (BMA) y de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa (ANADE Colegio). Profesor de posgrados en Alta Dirección, Derecho, Gobierno y Políticas Públicas en la UNAM, EBC, UP, ICAMI y HC Escuela de Negocios.