Remodelación de panteón en Xalostoc divide opiniones de visitantes [VIDEO]

Por Isela Domínguez

Como ya es tradición, desde la mañana del 1 de noviembre empiezan a llegar al panteón municipal de San Pedro Xalostoc, uno de los siete pueblos de Ecatepec, cientos de personas que visitan las tumbas de sus seres queridos año con año.

En esta ocasión, el cementerio contó con la remodelación de su fachada. Sin embargo, las opiniones a favor y en contra de la obra recién terminada se dividen entre las pasadas y las nuevas generaciones, como es el caso de Denisse, de 26 años, quien acudió a visitar la sepultura de su mamá, acompañada de su hermana, su hija Keidy, de 8 años, y su sobrina Hanny, de 10.

“Este panteón ya estaba muy abandonado y la verdad es que con la remodelación quedó muy bonito. Es el primer año que venimos y con esta sorpresa de que estamos estrenando panteón”, dice Denisse, mientras adornaba el lugar de su mamá al estilo Michoacán, de donde era originaria, tapizada con flores de cempasúchil y muchas veladoras.

Sin embargo, Don Efrén, quien es originario de San Pedro Xalostoc, considera que el embellecimiento del exterior del camposanto no es suficiente, ya que dentro enfrentan otra problemática: la sobrepoblación de tumbas. Él se queja de que personas que no son oriundas del pueblo, han adquirido lugares para sus familiares, desplazando a quienes viven aquí desde hace muchos años.

El delegado del panteón municipal, Luis Reyes, confirmó que personas de otras colonias como la Rústica Xalostoc, Arbolitos, Piedra Grande y Santa Clara han adquirido un espacio en este panteón, pero se trata de personas que compraron el lugar y posteriormente se fueron a vivir a otras zonas.

De acuerdo con la costumbre, que ha pasado de generación en generación, a las 22 horas del día 1, en este lugar se oficia una misa para esperar a las ánimas que llegan a las 12 horas de cada día, según las creencias de origen prehispánico.

Al día siguiente, el día 2, continúa la tradición con la instalación en las afueras del panteón de puestos de platillos mexiquenses, artesanías, veladoras, flores típicas de la época y botes para colocarlas o para acarrear agua.