Los políticos mexiquenses también tienen sus deseos navideños. Claro que a veces es muy difícil que se cumplan, pero si hubiesen escrito una carta a Santa Claus o al Niño Dios, seguramente muchos presidentes municipales hubiesen puesto la reelección en primer lugar. Y aunque en muchos casos reelegirse significa continuidad de trabajo y de obras, en otros casos es sinónimo de dolores de cabeza, aunque para ser honestos el poder les gusta mucho a todos. Por eso están en la política. Y ninguno se salva, porque priistas, panistas, perredistas, morenistas, los del Verde, PT, MC y del partido que sean quieren que el 2018 sea su año, para ganar o para subsistir.
Hay quien dice que los priistas tienen en la mira las diputaciones para garantizarle un Congreso ad hoc al gobernador Alfredo del Mazo, pero la verdad es que van por todo, igual los panistas en su frente con los perredistas y los de Movimiento Ciudadano. Los de Morena no se diga, porque andan envalentonados con aquello de que este año casi lo logran en Edomex.
Lo que también se debe analizar son los perfiles de los que quieren ser candidatos y candidatas en todos los partidos, porque esa frase de que “ya le toca” a fulanito o a zutanita por el simple hecho de estar ahí sin haberlo logrado durante años es verdaderamente de terror. No es la fila de las tortillas, deben analizar perfiles, arraigo y forma honesta de vivir, tanto ellos como sus familiares. Ojalá y sí investiguen a sus abanderados en todos los partidos.
Y en temas navideños de salud, les comentaré que en punto de las 12 horas con 22 minutos del 25 de diciembre, es decir la Navidad, nació la primera mexiquense en el Hospital de Ginecología y Obstetricia, del Instituto Materno Infantil del Estado de México, muy sanita a pesar de ser prematura, su mamá, Matilde Zepeda Irineo, también se encuentra en perfectas condiciones de salud y ya se prepara para regresar a su casa con su bebé a Almoloya de Juárez, junto con el padre de la menor.
